Un colegio de Vic aspira por segundo año consecutivo al premio al mejor centro educativo de Cataluña. En la escuela estudian niños de 22 nacionalidades distintas que destacan por sus conocimientos de lengua castellana y catalán y cuyas notas están por encima de la media. Los profesores han conseguido con dedicación que la multiculturalidad no sea un problema. La implicación de los padres es otro de los ejes de la política del centro.