Un equipo de científicos de EEUU, China y Corea ha desarrollado un dispositivo que incluye en su interior circuitos integrados, sensores y sistemas de comunicación por radio y una cobertura de silicona. Se trata de una especie de parche inteligente de monitorización con una gran elasticidad que se adhiere suavemente a la piel y permitirá el seguimiento de pacientes fuera del hospital. También tendrá aplicaciones en cosmética y en deportes, según sus creadores.