Científicos del CSIC han conseguido recuperar la viticultura de montaña –o heroica– en Asturias, gracias a un proyecto de investigación iniciado en 1986 y que ha logrado determinar variedades autóctonas de la zona, reproducirlas y comercializar un vino de calidad. El proyecto ha supuesto el despegue de un sector vinícola competitivo y en la actualidad más cien hectáreas de terreno se dedican en el municipio de Cangas de Narcea a este tipo de viticultura. Albarín Blanco, albarín tinto, verdejo negro y carrasquín son las variedades cultivadas y determinadas como autóctonas por los investigadores que han conseguido además incluirlas en una lista oficial para que pudieran comercializarse. Asimismo, el equipo del CSIC dio a conocer los primeros resultados de su trabajo a los viticultores de la zona con el objetivo de despertar el interés de estos y promover la creación de un sector vinícola que contribuya al crecimiento sostenible de la comarca.