Tras nueve años de recogida de datos, el telescopio submarino ANTARES ha registrado los neutrinos cósmicos que interaccionan en el agua y la roca del fondo, una información muy útil para comprender mejor las características de estas esquivas partículas procedentes de lejanas fuentes astrofísicas. La Sociedad Astronómica Estadounidense ha destacado este estudio internacional, en el que participa la Universidad de Granada.