Curiosity detecta vulcanismo ‘silícico’ en Marte
Unas extrañas estructuras poligonales del cráter Gale, en Marte, podrían haberse formado por procesos de contracción termal, asociados a un clima frío en el pasado del planeta. Así lo revela un estudio en el que participan investigadores del Instituto de Geociencias (Universidad Complutense de Madrid-CSIC). Otro trabajo concluye que algunas de las rocas del mismo cráter, fotografiadas por el robot Curiosity, son sedimentarias.
Un sistema fluvial con deltas y lagos cubrió hace millones de años el cráter Gale, en Marte. Así lo sugieren las imágenes de rocas y sedimentos captadas por el rover Curiosity, que recorre ahora esta región marciana por donde una vez discurrió el agua.
Curiosity cumple tres años sobre el planeta rojo. / NASA
El instrumento REMS, cuyos datos han servido para sugerir la presencia de salmueras líquidas en Marte, se sitúa en el mástil del rover Curiosity. / NASA/JPL-Caltech/MSSS
Como si fuera un corresponsal en otro planeta, Curiosity sigue enviando información detallada de las características de Marte. Un estudio dirigido por el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, que cuenta con la participación de la Universidad Complutense de Madrid –a través del Instituto de Geociencias–, revela que en la superficie del cráter Gale existen rastros de agua líquida salada, como consecuencia de un posible intercambio hídrico entre la atmósfera y el suelo. Estas sales, percloratos de calcio, se formarían durante la noche marciana y se evaporarían al amanecer. Jesús Martínez-Frías, investigador del IGEO y coautor del estudio, analiza las repercusiones del hallazgo, publicado en Nature Geoscience.
En las noches de invierno marciano, bajo el frío y seco terreno que recorre el vehículo Curiosity, se puede estar formando agua líquida muy salobre por el efecto de los percloratos, una sales que disminuyen su punto de congelación e impiden que se congele. Así se desprende de los datos tomados por el instrumento español REMS, ya que el rover no tiene otros dispositivos que puedan detectar esa salmuera líquida directamente.
El rover Curiosity en el punto de perforación John Klein, donde se tomaron algunas muestras. / NASA