La tormenta solar más intensa desde 2005 alcanzó ayer la Tierra. Pese a su fuerza, no tendrá consecuencias para los satélites, ni las redes de telefonía aunque dará lugar a auroras.
Un equipo seis científicos españoles ha viajado hasta Islandia para estudiar la erupción del volcán Eyjafjallajökull. Los datos recogidos del 1 al 8 de mayo no permiten predecir el final de la erupción, por lo que por ahora sus efectos se mantendrán a corto plazo sobre el espacio aéreo, aunque con “un impacto desigual” en el tiempo.
El volcán islandés Eyjafjallajökull sigue echando cenizas.