Un estudio publicado en el International Journal of Cancer, y coordinado por investigadores del CREAL, sugiere una asociación entre el riesgo de cáncer colorrectal y la toma de nitrato en el agua. Otro estudio del mismo grupo de investigación asocia cáncer de mama a la ingesta de nitrato en agua en mujeres postmenopáusicas con alto consumo de carne roja.
Experimentos con palomas han demostrado que pueden diferenciar tumores de mama benignos y malignos en imágenes biomédicas. Es más, son capaces de aprender a clasificarlas. Los investigadores no creen que estas aves acaben siendo usadas en hospitales, "pero sí podrían utilizarse para desarrollar buenos materiales de formación, y evaluar la calidad de nuevas técnicas de imagen".
La relación nociva entre alcohol y cáncer no es nueva. Ahora, un trabajo europeo, en el que han participado cinco centros españoles y más de 300.000 mujeres voluntarias, corrobora que beber alcohol incrementa las probabilidades de sufrir un tumor mamario.
Pese a que las metástasis de cáncer de mama ocasionan la gran mayoría de las muertes por este tumor, solo el 7% de los recursos se dedica al estudio de estas células colonizadoras. Ahora, un grupo de científicos estadounidenses ha analizado células metastásicas individuales en ratones y ha demostrado que son muy diferentes de los tumores primarios en los que se originan, por lo que “precisan fármacos distintos para su eliminación", indican.
La Universidad de Navarra ha liderado un estudio a gran escala sobre cómo la dieta mediterránea reduce hasta en dos tercios el riesgo de desarrollar cáncer de mama. El trabajo, que ofrece por primera vez resultados cuantificables, se realizó en una muestra de cerca de 4.300 mujeres.
Tras revisar toda la literatura científica, investigadores de 16 países han evaluado los efectos preventivos y adversos de los distintos métodos de detección del cáncer de mama. Los resultados, publicados hoy en el New England Journal of Medicine, sostienen que los beneficios de las mamografías son mayores que sus efectos negativos en mujeres entre 50 y 69 años.
Para conseguir un diagnóstico precoz y fiable del cáncer de mama, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y de otras instituciones han diseñado un biosensor magnético capaz de detectar las moléculas miR-21 y miR-205, relacionadas con la enfermedad. La herramienta, más rápida que los dispositivos actuales, se ha probado en tejidos tumorales reales y ha permitido identificar el cáncer de mama de peor pronóstico.
Un grupo internacional de investigadores ha desarrollado un nuevo método que permite, a través de un simple análisis de sangre, conocer en un corto espacio de tiempo cómo metaboliza cada paciente el tamoxifeno, utilizado en el tratamiento del cáncer de mama. Esta información es de gran utilidad para conocer la respuesta a dicho tratamiento, y ajustar así la dosis del fármaco.
Células tumorales humanas de cáncer de mama teñidas para dos marcadores de invadopodio (cortactina en verde y Tks5 en rojo). Los invadopodia son las estructuras punteadas en el centro de la célula en color amarillo (debido a la presencia de las dos proteínas, cortactina y Tks5, en los invadopodia). / Valenzuela-Iglesias et al.
Un nuevo trabajo dirigido por José Javier Bravo-Cordero, investigador español en el Albert Einstein College of Medicine de Nueva York, detalla cómo en los tumores mamarios, las células con niveles bajos de una proteína, la profilina1, aumentan su capacidad de producir metástasis e invadir otros tejidos.