Neurobiólogos de la Universidad de California han descubierto en ratones cómo la tensión y el agobio se convierten en pánico en afecciones como el trastorno de estrés postraumático. El estudio, publicado hoy en Science, revela también un método para bloquear esta emoción.
Los recuerdos traumáticos son difíciles de tratar con los tradicionales enfoques conductuales. Ahora, un estudio en roedores, realizado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha revelado que los inhibidores de la histona deacetilasa mejoran la capacidad del cerebro para reemplazar recuerdos traumáticos por otros nuevos.