Un estudio del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM) ha establecido que los derivados quinónicos, entre ellos el coenzima Q, son capaces de promover la agregación de la proteína tau, formando estructuras aberrantes como los ovillos neurofibrilares y los cuerpos de Hirano. Este grupo de investigación dirigido por Jesús Ávila ha demostradoque el coenzima Q se encuentra presente en el tejido cerebral de pacientes que murieron por la enfermedad de alzheimer.