A lo largo de su historia, el Homo sapiens se mezcló con otras especies o grupos de humanos como los neandertales y los denisovanos. Prueba de ello es que algunos pueblos de Oceanía tienen en la actualidad cerca de un 5% de ADN denisovano. Pero no son los únicos. Un nuevo estudio revela que los habitantes del este asiático tuvieron su propio cruce con estos humanos arcaicos de los que aún sabemos muy poco.
Hasta ahora seguía siendo un misterio el origen de 28 individuos cuyos restos de más de 400.000 años de antigüedad se hallaron en los años 90 en la Sima de los Huesos en Atapuerca. Las características de los huesos los relacionaban con neandertales y el análisis de su ADN mitocondrial los asociaban con denisovanos, una especie extinta de Siberia. Ahora el análisis del ADN nuclear confirma que pertenecieron al linaje evolutivo de los neandertales.
La colaboración científica entre el Equipo de Atapuerca y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania) ha hecho posible el hallazgo del ADN humano más antiguo de la historia, según publica la revista Nature. Este material genético está datado en unos 400.000 años –el anterior era de hace menos de 100.000 años– y pertenece a un fósil encontrado en la Sima de los Huesos en Atapuerca (Burgos).
Un equipo internacional de científicos, con participación española, confirma en un estudio, que se publica en Nature, que los restos óseos hallados en la cueva de Denisov, al sur de Siberia (Rusia), pertenecen a una nueva especie de homínido bautizado como los denisovanos, que compartió un origen común con los neandertales.