Investigadores de la Universidad de Almería han comprobado que cuando se añaden extractos de rúcula y canónigos a cultivos de células de cáncer de colon se produce un daño e inhibición del crecimiento en sus membranas celulares, un efecto que no ocurre en cultivos de células sanas.
Los vegetales que compramos en la frutería en realidad siguen vivos. Por eso, investigadores de la Universidad de Rice (EEUU) sugieren, en el último número de la revista Current Biology, que la forma en que se almacenan los productos y el momento en que se consumen podrían tener consecuencias reales sobre su valor nutricional y en la salud humana.