Hace entre 116.000 y 129.000 años tuvo lugar la última interglaciación, una de las épocas más calurosas de la historia reciente de la Tierra. Por aquel tiempo, los niveles del mar eran de seis a nueve metros más elevados que los actuales. Un estudio revela datos preocupantes: la temperatura superficial marina de aquella época era similar a la de hoy.
Desaparecen las playas y con ellas las esperanzas de muchos africanos que dependen del mar para sobrevivir. Las orillas de los países que circundan el Atlántico sudoeste se hunden a un ritmo desenfrenado por el aumento del nivel del mar, que se come en ciertas zonas hasta 10 metros de playa y cuestiona el tamaño de los países. El agua se traga hogares, hoteles, carreteras e incluso cementerios, donde el océano levanta las lápidas y deja los huesos flotando.
Los glaciares de la Antártida Occidental perdieron cientos de metros de espesor entre 2002 y 2009, según revela un nuevo estudio de la NASA. Masas de agua caliente están modificando el agua profunda que circula alrededor de la Antártida, y que está derritiendo las grandes masas de agua helada.
La rodopsina, una proteína poco conocida hasta hace unos años, permite a gran cantidad de bacterias y arqueas marinas captar la energía del sol y utilizarla para crecer más rápidamente o sobrevivir ante la falta de nutrientes. Un nuevo análisis revela la gran importancia de las rodopsinas para la ecología marina y su gran potencial en aplicaciones biotecnológicas.
Investigadores de la Universidad de Córdoba describen cómo una parte de microorganismos, que ayudan a fijar dióxido de carbono, ha adaptado su metabolismo desprendiéndose de las proteínas que lastran a otras cianobacterias para ocupar zonas intertropicales. Según el estudio, esto ayudaría a predecir su distribución cuando las aguas del planeta se calienten por culpa del calentamiento global y contribuir a reducirlo.
El estudio de los huevos de dos especies de gaviotas que habitan en las islas Chafarinas revela la presencia de contaminantes orgánicos persistentes, que les transmiten sus madres a través de la alimentación. La investigación, en la que participa la Universidad Complutense de Madrid, refleja cómo influye el lugar del que proceden los nutrientes en las proporciones de estas sustancias tóxicas.
Tomar imágenes microscópicas en alta calidad de los ecosistemas del mundo marino era hasta ahora una tarea imposible. Un equipo de investigadores ha desarrollado un nuevo dispositivo que graba con una resolución de hasta dos micras. Este microscopio les ha permitido observar reacciones y comportamientos de corales en vivo nunca vistos.
Si las emisiones de gases de efecto invernadero son demasiado elevadas en el año 2100, el nivel del mar podría aumentar entre 60 y 130 centímetros, según revela un estudio internacional en el que participa la Universidad Complutense de Madrid. El modelo, que combina métodos computacionales y estadísticos, tiene en cuenta tanto el comportamiento de las capas de hielo de Antártida y de Groenlandia, como el de los glaciares de montaña, y el de la expansión térmica del océano.
Medclic, programa fruto del acuerdo de colaboración entre la Obra Social “la Caixa” y el Sistema de Observación y Predicción de las Islas Baleares, tiene como objetivos principales investigar el Mediterráneo occidental y divulgar las ciencias marinas y la oceanografía del siglo XXI. Se trata de una web adaptada al público general, con un especial interés en la comunidad educativa, que permite conocer las nuevas tecnologías de observación marina y costera y monitorizar el Mediterráneo en tiempo real.
Los responsables de no dejar pasar oxígeno a determinadas zonas del mar son los remolinos. Así lo sugieren las simulaciones de un estudio internacional en el que han participado investigadores del Instituto de Física Interdisciplinaria y Sistemas Complejos.