Este mes la colaboración IceCube ha anunciado el descubrimiento de una fuente de rayos cósmicos y neutrinos de alta energía en el universo, un hallazgo que los físicos llevaban décadas esperando. Bajo las aguas del Mediterráneo, los telescopios de neutrinos ANTARES y el futuro KM3NeT se suman a la búsqueda de estas esquivas partículas, que incluso podrían ayudar a resolver el misterio de la materia oscura.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Barcelona y otros centros internacionales han utilizado el universo como un detector para estudiar los neutrinos. Los nuevos límites obtenidos gracias a los cartografiados de galaxias acercan el descubrimiento de la jerarquía de masas de estas misteriosas partículas y la medida de su masa.