Un estudio de la Universidad de Zaragoza podría facilitar el reconocimiento de quienes padecen el síndrome del profesional 'quemado' o burn-out, tras identificar las estrategias que usan los afectados para afrontar el estrés asociado a los tres perfiles de esta afección: frenéticos, sin desafíos y desgastados.
La sobrecarga de tareas, la monotonía y la percepción de falta de reconocimiento pueden ser detonantes del síndrome de burnout, del ‘trabajador quemado’. Un equipo de científicos ha analizado las variables que influyen en el desarrollo de los tres subtipos del trastorno: ‘frenético’, ‘sin desafíos’ y ‘desgastado’.
El grupo de investigación liderado porMarcela del Río y Fernando Larcher, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER), ha colaborado con un equipo francés del INSERM para regenerar con éxito la piel humana a largo plazo en un modelo preclínico de ratón. Este logro podría ser una alternativa de intervención para grandes quemados.