Hasta ahora no existía ningún estudio que midiera lo que despierta repugnancia en la población española. Investigadores de la UNED lo han estudiado y han descubierto que lo que más perturba son los desechos corporales, por encima de animales desagradables, alimentos descompuestos o basuras. Además, en otra investigación han demostrado que el asco predice síntomas fóbicos, como por ejemplo, la aversión a las inyecciones.