Entrevista a Lina Badimon, Directora del Centro de Investigación Cardiovascular (CSIC-ICCC)

“El control de la enfermedad cardiovascular en el futuro estará marcado por la terapia celular”

Desde mañana y hasta el próximo 2 de septiembre, más de 25.000 expertos se reunirán en Barcelona para el congreso anual de la Sociedad Europea de Cardiología. SINC ha hablado con Lina Badimon, directora del Centro de Investigación Cardiovascular (CSIC-ICCC) y una de las investigadoras españolas más destacadas en este campo, que expondrá en el congreso sus últimos descubrimientos sobre enfermedades cardiovasculares. Recientemente, Badimon ha identificado marcadores proangiogénicos en los vasos del tejido cerebral afectado por ictus, lo que puede suponer nuevos tratamientos terapéuticos y mejorar la supervivencia del paciente.

“El control de la enfermedad cardiovascular en el futuro estará marcado por la terapia celular”
Lina Badimon dirige el Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona (ICC-CSIC). Foto: ICC-CSIC.

Congresos como éste (ESC Congress 2009) demuestran que la investigación en salud cardiovascular sigue despuntando…

Este congreso, uno de los mejor valorados mundialmente en esta área, demuestra que la investigación cardiovascular se ha convertido en una prioridad para los países europeos. Investigar sobre las enfermedades cardiovasculares permitirá generar conocimiento para iniciar estrategias para su prevención. Es necesario conocer más estas enfermedades porque son la principal causa de mortalidad y morbilidad en los países enriquecidos y, desafortunadamente, poco a poco también van adquiriendo la misma categoría en los países en vías de desarrollo.

¿Qué es lo que falla para que estas cifras sigan siendo desfavorables?

El avance que aporta la investigación para la prevención de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares (ECV) debe publicitarse para concienciar a la población de que puede tomar iniciativas preventivas. Investigaciones previas han demostrado que hay diversos tipos de factores que elevan el riesgo de desarrollar este tipo de enfermedades. Así, los niveles elevados de colesterol, obesidad, diabetes, tensión arterial elevada, antecedentes familiares, tabaquismo y un estilo de vida sedentario son factores que contribuyen a la manifestación clínica de la enfermedad porque participan, entre otros, en el avance de la formación de lesiones arterioscleróticas en las arterias.

Está claro que más vale prevenir que curar…

En este momento sabemos que siguiendo unas pautas de control de dichos factores se podría reducir las enfermedades del corazón. Por ejemplo, es necesario seguir una dieta saludable, como la dieta mediterránea basada en frutas, verduras, aceite de oliva, frutos secos y pescado azul. Dejar de fumar y practicar deporte moderadamente y de forma regular ayuda a detener el progreso de las enfermedades vasculares.

Y la coagulación de la sangre, ¿cómo interviene en la salud cardiovascular?

En investigaciones recientes se han tratado los factores de riesgo cardiovascular hemostático, es decir, aquellos asociados con proteínas involucradas en la formación y la disolución de coágulos y relacionados con la mortalidad y la morbilidad de las ECV. La formación de un trombo, un coagulo adherido a la arteria, que tapona el paso de sangre al órgano diana y produce el dolor isquémico es el ultimo paso en el desarrollo del proceso patológico que hasta ese momento había sido silencioso.

En junio, un grupo de investigadores descubrió el mecanismo molecular de coagulación de la sangre. ¿Estamos más cerca de curar las enfermedades derivadas del sangrado?

Esta investigación aborda el estudio de los mecanismos por los que se produce la detención de las hemorragias de forma espontánea. La hemostasia es un proceso con actores (proteínas) semejantes a los que intervienen en la trombosis pero regulados espontáneamente de forma distinta. Nuestro centro participa en un proyecto conjunto desarrollando una proteína de uso tópico para detener las hemorragias. Este producto puede ayudar a los enfermos de hemofilia y a personas con problemas de coagulación. El sistema también ayudará a las víctimas de cualquier accidente de tráfico o en caso de guerras. La investigación en este campo, utilizando las nuevas plataformas postgenómicas, está avanzando vertiginosamente.

Pero los expertos dicen que este siglo es el del cerebro. ¿Ya lo sabemos todo del corazón?

Aunque se conoce mejor el corazón y el sistema vascular que el cerebro, sigue siendo necesario estudiar los mecanismos a nivel molecular y celular de las enfermedades cardiovasculares, que aún no están totalmente identificados. Es preciso seguir investigando los mecanismos de regulación génica inicial que causan los primeros cambios patológicos en las paredes arteriales (aterosclerosis) para evitar estas lesiones. Asimismo, debemos profundizar en qué componentes de la dieta contribuyen al mantenimiento de la salud cardiovascular. Existen estudios que demuestran cómo el aceite de oliva o los antioxidantes de las verduras pueden mantener inactivos los genes patológicos.

¿Hacia dónde irán las próximas investigaciones?

El control de la enfermedad cardiovascular en el futuro estará marcado por la proteómica y el uso de la terapia celular. Las investigaciones actuales se centran en el estudio de los mecanismos que provocan el desarrollo de la aterosclerosis, sus complicaciones clínicas y los posibles tratamientos, identificando genes, proteínas y procesos clave para poder obtener potenciales dianas terapéuticas y de diagnóstico. Estos trabajos permitirán avanzar hacia la prevención y el control de la patología cardiovascular que, según las previsiones de la Organización Mundial de la Salud, adquirirá en 2015 el carácter de epidemia al convertirse en el principal motivo de fallecimiento en todo el mundo.

Fuente: SINC
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