En Andalucía, el sector sanitario se beneficia de la mitad de la inversión en investigación. Una apuesta ambiciosa que también pretende incrementar el número de agentes dedicados a I+D en materia sanitaria y reforzar la formación en el ámbito científico, especialmente en el campo oncológico. María Jesús Montero Cuadrado, Consejera de Sanidad de la Junta de Andalucía, representa a una institución comprometida con la calidad y el desarrollo de las infraestructuras necesarias para la mejora de la sanidad, cuya dinámica refuerza la búsqueda de nuevas redes de colaboración nacionales y transnacionales en esta materia.
¿Cómo valora la situación actual de la investigación médica en Andalucía? ¿Y en España?
En Andalucía, la mitad de la inversión en investigación corresponde al campo de la salud y al farmacéutico. Andalucía se centra en una investigación biosanitaria como área estratégica. De esta manera, estamos creando un tejido científico-tecnológico, un modelo de crecimiento económico sostenible, basado en el conocimiento y en la investigación. La apuesta de Andalucía por las infraestructuras al servicio de la investigación y el desarrollo es nítida. En esta línea, al Centro Andaluz de Biología Molecular (CABIMER), dirigido por el profesor Shomi Bhattacharya, cuya andadura se inicio en 2006, se unirá pronto, este mismo año, el Centro de Genómica e Investigación Oncológica (GENYO), que ya funciona, aunque de forma provisional, en instalaciones de la Universidad de Granada. Asimismo, en 2010 está previsto que inicie su actividad el Centro de Nanomedicina y Biotecnología de Andalucía (BIONAND). Igualmente, hemos impulsado de forma paralela la constitución de institutos de investigación sanitaria vinculados a los hospitales universitarios, como el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS), que dirige el profesor José López Barneo; o el Instituto Maimónides, asociado al Hospital Reina Sofía de Córdoba, cuya construcción acaba de iniciarse. En esta misma línea, comenzarán su andadura también dos institutos más: en Málaga y en Granada. Junto con las infraestructuras, se han emprendido iniciativas para incrementar el número de personas dedicadas a la I+D en salud en Andalucía y también para que la investigación sea cada vez de mayor calidad. En este sentido, para potenciar la formación de nuevos científicos, se han formalizado acuerdos singulares con instituciones de prestigio como los institutos nacionales de salud de Estados Unidos, con los que existe un programa de formación y retorno, o el Laboratorio de Reprogramación Celular de la Universidad del Estado Michigan, que recibe anualmente a varios investigadores emergentes andaluces en este campo que continuarán en el futuro en los centros de investigación de Andalucía. También se han alcanzado acuerdos con varias universidades europeas y agencias de investigación para el perfeccionamiento de nuestros investigadores en nanomedicina, gracias a la firma de una veintena de convenios con los centros de destino, en países como Japón, Holanda, Alemania, Italia… Además, las incorporaciones recientes de científicos de prestigio procedentes de instituciones de excelencia, como Karolinska Institute, que han decidido venir a trabajar a Andalucía, ponen de manifiesto el atractivo que posee nuestra comunidad autónoma en este ámbito. Del mismo modo, Andalucía ha sido pionera en el desarrollo de herramientas para facilitar la investigación, como el Banco Andaluz de Células Madre, creado en 2003, o la Red de Bancos de Tumores de Andalucía, puesto en marcha en 2004. Y, por su puesto, una de las señas de identidad para nuestra región es haber sido la primera en crear un marco normativo para la investigación con células madre embrionarias, así como haber tomado la delantera en el Diagnóstico Genético Preimplantatorio, que permitió el nacimiento Javier, el primer bebé que vino al mundo en España, en el marco de un sistema sanitario público, para salvar a su hermano. Los logros y avances que estamos haciendo en materia de investigación en salud se traducen en el respaldo que el Gobierno central está dando a nuestros proyectos y programas de investigación. Por mencionar un ejemplo, hace unos meses el Ministerio de Ciencia e Innovación concedió financiación para el Proyecto Genoma Médico, un trabajo sin precedentes, y para el impulso de la investigación en terapias avanzadas. Y en este sentido no podemos olvidar el apoyo del sector privado a nuestras iniciativas, alianzas que favorecen el incremento de la producción científica y el desarrollo de una actividad investigadora de calidad y excelencia que redunde en beneficios para la ciudadanía.
¿Qué líneas de estudio en materia oncológica se están llevando a cabo actualmente en esta Comunidad?
Andalucía desarrolla en estos momentos su II Plan Integral de Oncología que, entre otras muchas medidas como la formación y la dotación de recursos tecnológicos, incluye la potenciación de la investigación. Hay que distinguir dos tipos de investigación, la investigación clínica y la investigación traslacional. Dentro del campo de la investigación clínica, el aspecto más relevante es la realización de ensayos clínicos. Andalucía participa en 135 de los 247 ensayos clínicos que están en curso en España. La realización de ensayos se concentra en 5 centros: El Hospital Virgen del Rocío, el Reina Sofía, el Complejo Hospitalario de Jaén, el Carlos Haya y el Clínico de Málaga, siendo la participación del resto de los centros significativamente menor. La investigación trasnacional, por su parte se concentra en tres centros: Virgen del Rocío, Reina Sofía y Clínico de Málaga. En el primero de estos centros hospitalarios se investiga fundamentalmente el cáncer de pulmón, mientras que en Córdoba se llevan a cabo estudios sobre las moléculas de adhesión. En el centro malagueño las investigaciones se centran en angiogénesis y subclasificación del cáncer de mama.
¿Existe suficiente cooperación nacional y transnacional en el campo de la investigación oncológica? ¿Qué hay que mejorar en este aspecto?
La colaboración internacional se concentra sólo en los ensayos clínicos internacionales, pero de forma aislada en cada centro. A nivel de investigación clínica si hay buena colaboración nacional especialmente a través de los grupos cooperativos, entre los que se encuentran:
A nivel autonómico, debemos potenciar la colaboración entre centros, tanto a nivel clínico como trasnacional, facilitando así la creación de plataformas mucho más competitivas en ambos tipos de investigación. En este sentido, desde el Plan Integral de Oncología de Andalucía (PIOA) se está diseñando una Comisión de Investigación en Cáncer con objetivos como: establecer las áreas prioritarias en investigación oncológica en nuestra comunidad autónoma, contribuir a crear una red de profesionales que investiguen el cáncer de forma cooperativa e interdisciplinaria y promover y coordinar estudios de investigación propios
¿Cuáles son los principales retos en materia de diagnóstico, prevención y tratamiento oncológico en esta Comunidad?
En cuanto a prevención, el mayor reto es acabar con la tendencia actual de nuestra población a perder los hábitos de vida saludable, especialmente referidos a una alimentación sana, realización de ejercicio y peso adecuado, los cuales tienen un importante impacto en la incidencia de cáncer. En cuanto al diagnóstico precoz, el mayor reto en la actualidad es el inicio del programa de diagnóstico precoz del cáncer colorectal, que tiene previsto su inicio en el primer trimestre de este año. Ya existen los programas de diagnóstico precoz de cáncer de mama y de cérvix. En cuanto al tratamiento oncológico quirúrgico, una de nuestras prioridades es la implementación de la biopsia selectiva del ganglio centinela y la variabilidad en la tasa de indicaciones, especialmente en los cánceres de próstata y pulmón. Respecto a la Oncología Médica, la variabilidad en el acceso a los nuevos fármacos que ha dado lugar a la creación de la Comisión de Armonización.
Desde el punto de vista facultativo, ¿cree que urge una mejor implementación de los comités multidisciplinares, con un único médico tutor que oriente al paciente y al familiar a lo largo del proceso de la enfermedad?
Desde el PIOA se ha propuesto la necesidad de que los comités de tumores evalúen todos y cada uno de los nuevos casos de cáncer, de forma interdisciplinaria, antes de iniciar ningún tratamiento. Para ello, en la Comisión Asistencial, compuesta por miembros de todas las Comisiones de Tumores de los hospitales que tienen atención oncológica, se han diseñado indicadores en este sentido. La necesidad del médico referente es, precisamente, uno de los compromisos del II PIOA, que abarca el periodo 2007-2012.
En materia de financiación, ¿cómo afecta la crisis a la investigación en Andalucía? ¿Cuáles son los propósitos de inversión a corto y medio plazo, concretamente en investigación y tratamiento oncológico?
La investigación biomédica es una firme apuesta de Andalucía como motor de desarrollo económico y social y como vía para hallar soluciones a enfermedades que aún no las tienen. Para el Gobierno andaluz la investigación biomédica es una pieza fundamental y prioritaria de sus políticas y por eso la coyuntura económica que existe en la actualidad no irá en detrimento de esta línea de trabajo. De hecho, los Presupuestos de la comunidad autónoma para este año contemplan un crecimiento del 7% para investigación biomédica. Uno de los máximos exponentes de esta apuesta es el Proyecto Genoma Médico, que arranca este año en nuestra comunidad y cuyo objetivo es construir el patrón común para todo el genoma humano, es decir, el mapa estándar de las variaciones de los genes con el que podrán conocerse aquéllos que son los causantes de las enfermedades raras. Esta iniciativa cuenta con una inversión de 27 millones de euros por parte de la Administración autonómica. Este proyecto cuenta, además, con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación, a través de una subvención de 6 millones de euros. En cuanto a investigación oncológica, el Centro de Genómica e Investigación Oncológica (GENYO), en el que participan la compañía Pfizer y la Universidad de Granada, abrirá sus puertas este mismo año y supondrá una inversión cercana a los 16 millones de euros. GENYO constituye el primer centro de ámbito nacional dedicado a la genómica que integra a la Administración pública, la Universidad y el sector empresarial biotecnológico y farmacéutico, lo que permitirá la integración de la investigación básica y aplicada y el desarrollo de nuevos proyectos y servicios para la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades asociadas a la variabilidad genética humana, como el cáncer.
¿Ante qué dificultades cree que se encuentra hoy en día la divulgación médica?
Sin duda, están en auge los contenidos médicos y científicos en los medios de comunicación y cada vez es mayor el espacio que este tipo de información acapara. No obstante, hay que distinguir entre publicaciones especializadas y las que no lo son. La divulgación científica a través de revistas especializadas cuenta con numerosos exponentes de sobra reconocidos por su rigor y contribución a difundir el conocimiento y los avances que se producen en materia biomédica en el mundo. Estas publicaciones se dirigen a un público minoritario y muy específico, como son los propios investigadores y los profesionales de la información muy especializados. Las dificultades no se dan en este ámbito, sino en la comunicación de contenidos sanitarios al “gran público”, si me permite que lo llamemos así, ya que es en este contexto en el que pueden producirse distorsiones. Hoy en día, el creciente interés de la población por los asuntos relacionados con la salud, la demanda de información por parte de la ciudadanía sobre estos temas y la velocidad a la que funciona Internet, y también el resto de medios de comunicación, hace que en algunos casos, por falta de contextualización o de rigor, puedan trasladarse a la ciudadanía mensajes confusos que no contribuyan a la promoción de la salud o a afrontar un determinado problema de la mejor manera posible, sino todo lo contrario. Este rigor en el tratamiento de estos asuntos es clave y no siempre se consigue, sobre todo si tenemos en cuenta que en muchas ocasiones son periodistas sin especialización alguna los que trasladan la información sanitaria.
¿Cómo valora la labor de los medios de comunicación como divulgadores del saber médico?
Los medios de comunicación juegan un papel esencial en la difusión de contenidos científicos y sanitarios, cada vez más demandados por la ciudadanía, más ávida que nunca de este tipo de datos, porque se refieren al bien más preciado en la sociedad actual: su salud y la de los suyos y los avances en investigación que podrán lograr la mejora de la calidad de vida de muchos pacientes y la cura de enfermedades que hoy por hoy no la tienen. Promover la salud y hábitos de vida saludables es una responsabilidad que tiene el conjunto de la sociedad y, como no, los medios de comunicación no son ajenos a este deber. La colaboración entre los medios informativos y el mundo sanitario, con sus responsables a la cabeza, debe ser estrecha y fluida, ya que de la relación de ese binomio dependerá el bienestar y la calidad de vida de las personas. Por eso creo que en el sanitario, más que en ningún otro sector, debe existir una información correcta y rigurosa a través de la que la población adquiera hábitos de vida saludables y esté informada del alcance real de los problemas de salud pública que se puedan dar en cada momento. La Junta de Andalucía así lo cree y trabaja a favor de que esa cooperación entre las autoridades sanitarias y los medios informativos se traduzca en un beneficio para los ciudadanos.
¿Cree que es correlativa la importancia del saber médico al conocimiento que tenemos de él?
La salud constituye en nuestro país y en general en nuestra sociedad actual uno de los temas de mayor interés para la población. La importancia de los temas sanitarios y la conciencia social que hay sobre esta importancia hacen que cada vez el ciudadano quiera estar más y mejor informado sobre estos asuntos. Internet es el medio global más cercano y rápido para acceder a este tipo de informaciones, si bien hay que tomar sus contenidos con ciertas reservas y seleccionar bien dónde acudimos para documentarnos como ciudadanos. El riesgo de utilizar un portal médico de dudoso rigor para informarse está ahí, si bien creo que la ciudadanía cada vez da menos cosas por sentado y cada vez es más exigente con la calidad de la información que recibe. A la hora de abordar los temas sanitarios es importante no caer en la banalización, ya que se trata de unos contenidos cuya divulgación requiere de una cierta especialización y de la correspondiente formación.
¿Cree que hoy en día el ciudadano está lo suficientemente bien informado acerca de los avances e investigaciones médicas por parte de la instituciones y organismos públicos? ¿Qué estrategias de formación e información se llevan a cabo desde la Consejería?
Es indudable que ha habido un desarrollo importante de la comunicación en salud y, cada vez más, las instituciones vuelcan sus esfuerzos en hacer llegar a la ciudadanía las novedades y avances. Pero no siempre se consigue o no siempre se logra al nivel que queremos. Además, en este sentido es muy importante no despertar expectativas en los ciudadanos sobre los progresos científicos que no se puedan cumplir. En esta línea trabajamos desde Andalucía, donde las personas constituyen el centro del sistema sanitario público. Son las auténticas protagonistas de nuestras políticas y desde la Junta de Andalucía centramos gran parte de nuestros esfuerzos en la comunicación con los ciudadanos, tanto en el ámbito de la prestación de los servicios, como en relación con los avances en la investigación biomédica en nuestra comunidad autónoma, entre otras cosas, porque esos avances, a la postre, van a tener una repercusión directa para las personas y para su calidad de vida. En el ámbito periodístico, y dentro de esta línea de trabajo para posibilitar un mayor rigor en las informaciones que llegan a la ciudadanía, la Consejería de Salud convoca cada año el Premio Periodismo y Salud, del que se falló el pasado mes de octubre su IV edición y con el que se reconoce y promueve el tratamiento riguroso de los temas relacionados con la salud en los medios de comunicación. Este premio se enmarca en el III Plan Andaluz de Salud para impulsar todas aquellas acciones que permitan incrementar la información y formación de la población en esta materia. Se trata de una estrategia prioritaria para nosotros.