¿Cómo frenar el proceso de división celular asociado al cáncer?

Diseñar y sintetizar una nueva generación de compuestos que actúen sobre la tubulina (molécula que participa en la multiplicación de las células) mediante un mecanismo aún no empleado en la quimioterapia, y evaluar su potencial anticancerígeno para su aplicación como tratamiento terapéutico es el objetivo de la investigación del grupo de Síntesis Orgánica en el Departamento de Química Inorgánica y Orgánica de la Universitat Jaume I de Castellón.

¿Cómo frenar el proceso de división celular asociado al cáncer?
Proceso de división de las células. Imagen: UJI.

Hasta la fecha solo se conocen cinco compuestos que actúan sobre la alfa tubulina, impidiendo el proceso de división incontrolada de las células cancerígenas. Sin embargo, sus estructuras son relativamente complejas desde el punto de vista químico y lo que se pretende es conseguir compuestos con estructuras más simples a fin de hacerlos más rentables y efectivos.

El proyecto tiene una duración de tres años, de 2009 a 2011, y está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y por el Plan Propio de Investigación de la UJI con la colaboración de Bancaja – Fundación Caja Castellón. Entre las vías utilizadas por la quimioterapia para tratar de frenar el proceso de división incontrolada de células cancerígenas, las que actúan sobre la tubulina han demostrado ser altamente eficaces.

El investigador Juan Murga explica que la tubulina ha sido el objetivo sobre el que se han enfocado numerosas investigaciones contra el cáncer. “La tubulina está formada por dos fragmentos, llamados alfa tubulina y beta tubulina. Actualmente todos los fármacos disponibles en el mercado actúan solamente sobre la beta tubulina, pero sobre la alfa tubulina sólo se conocen cinco productos que tengan acción, y sólo uno de ellos está en pruebas clínicas”, señala Murga.

Contar con fármacos que actúen sobre la alfa tubulina abriría nuevas posibilidades a la hora de tratar tumores sobre los que no son efectivos aquéllos dirigidos a la beta tubulina. Asimismo, el hecho de conseguir compuestos más simples permitiría, “un acceso sintético más simple y una producción más rentable y eficiente de los mismos, lo que es importante desde el punto de vista de la industria farmacéutica”, explica el catedrático Miguel Carda.

Por otra parte, la simplificación estructural de los compuestos posibilitaría mantener los elementos que generan la acción biológica deseada y eliminar los restantes, de forma que se conseguiría una acción más directa y efectiva. “Cuanto más específico sea un fármaco, actuará en mayor medida contra las células enfermas respetando las sanas”, resalta Carda.

De los cinco compuestos conocidos que actúan sobre la alfa tubulina, el grupo de Síntesis Orgánica de la UJI está trabajando sobre dos de los que han demostrado ser más efectivos, tratando de determinar los grupos farmacóforos que son clave en su actividad biológica. Una vez identificados los grupos activos de las moléculas, Murga explica que se busca “construir la molécula más simple posible y que tenga la misma o mayor actividad respecto al producto de referencia.

Para ello lo que hacemos es sintetizar compuestos que incorporen distintos fragmentos de la molécula de referencia y evaluar la actividad de cada uno de los compuestos sintéticos frente a la alfa tubulina” a través de pruebas que se realizan en un laboratorio del CSIC en Madrid, donde cuentan con una serie de protocolos para trabajar con la tubulina que lo han consolidado como uno de los principales laboratorios de referencia en este campo.

En definitiva, se trata de “conseguir el compuesto más activo y con estructura más simple posible”, resalta Murga, ya que “hay moléculas disponibles en el mercado muy activas contra el cáncer pero cuya obtención es muy compleja y costosa, lo que encarece enormemente su producción”.

Una segunda fase del proyecto está dirigida, según explican los investigadores, a la preparación de compuestos que actúen simultáneamente sobre la alfa y la beta tubulina, lo que supondría un nuevo tipo de fármacos que abriría todo un campo de posibilidades en la lucha contra el cáncer.

Fuente: Universitat Jaume I
Derechos: Creative Commons
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