Crean una bicicleta especial para pacientes parapléjicos

Un equipo de científicos, en el que han participado investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) de Trondheim, ha creado un tipo de bicicleta especial de ejercicio, denominada Ergys 2, que podría prevenir enfermedades graves causadas por el estilo de vida de los pacientes parapléjicos. La maquina fue diseñada inicialmente para el actor que interpetó a Superman, el estadounidense Christopher Reeve.

La bicicleta especial Ergys 2.
La bicicleta especial Ergys 2.

Los pacientes que no pueden caminar tras sufrir una lesión de médula espinal sufren una peor calidad de vida y una esperanza de vida inferior a las del resto de personas. Mantenerse sentado de modo pasivo en una silla hace que estas personas sean más propensos a padecer problemas de peso y digestivos, una menor densidad ósea, diabetes y problemas cardiovasculares.

“Para este tipo de paciente los problemas más difíciles son los circulatorios, que son los que acaban con su vida”, dice Jan Hoff, profesor de medicina en la NTNU, No obstante, no tiene porqué ser necesariamente así, según los creadores del nuevo tipo de máquina de ejercicio. Su utilización, junto con un nuevo plan de entrenamiento, hace posible que los pacientes que sufren lesiones de médula espinal realicen ejercicio para recuperar la salud, al menos en lo que respecta al corazón.

En un estudio sobre ejercicio realizado el pasado año, pacientes que estaban paralizados del pecho o de la cintura para abajo han experimentado un incremento medio de su nivel de absorción de oxígeno del 25%, y un aumento del volumen de bombeo cardíaco del 37% tras sólo ocho semanas de entrenamiento. En este grupo de pacientes nunca antes se habían obtenido mejoras tan importantes ni resultados tan espectaculares.

El equipo de entrenamiento inteligente Ergys 2 se diseñó originalmente en EE UU. Fue Christopher Reeve – que interpretó a Superman en el cine, pero que quedó tetrapléjico tras sufrir un accidente montando a caballo – quien financió el desarrollo de este equipo de rehabilitación, con la esperanza de mejorar su propia salud. El actor falleció a causa de un fallo cardíaco con sólo 52 años, pero su esfuerzo proporcionó a los pacientes de lesiones de médula espinal un equipo de rehabilitación.

El Ergys 2 es una bicicleta de entrenamiento estacionaria, en la que los pies y piernas del paciente se fijan mediante cintas a un soporte para las piernas y a unos pedales. A continuación, se fijan electrodos a los mulsos y los glúteos del paciente, y una serie de impulsos eléctricos inducen la contracción y relajación de los músculos. Los impulsos se controlan mediante un ordenador para garantizar el mejor efecto posible. A pesar de que pueda parece un entrenamiento artificial, los músculos del paciente son los que trabajan, y es su movimiento lo que demanda energía, incrementando el caudal sanguíneo y las pulsaciones. El ejercicio mejora la masa muscular, la resistencia muscular, el nivel de absorción de oxígeno, y el volumen de bombeo del corazón.

Pero para que este tipo de entrenamiento marque una diferencia real, no es suficiente centrarse en las piernas y en los glúteos. Cuantos más grupos musculares participen, mayor será el flujo sanguíneo, y mayores serán los beneficios para el corazón. Es ahí donde entran en juego los investigadores de la NTNU. Han encontrado un modo de complementar el Ergsys 2 con un ciclo de brazos, concebido para pacientes que pueden utilizar los brazos sin ayuda.

Los pacientes que han participado en el estudio sobre entrenamiento han podido también ejercitar simultáneamente hombros, brazos, cadera y piernas, en series de cuatro por cuatro intervalos de alta intensidad. Ello supone cuatro minutos de ejercicio enérgico, seguidos de tres o cuatro minutos de entrenamiento más suave, repitiendo toda la secuencia cuatro veces por sesión, tres días por semana.

Jan Hoff desarrolló este enfoque de intervalos hace varios años, junto con su colega Jan Helgerud. Utiliza esta técnica de intervalos para la mayor parte de los programas de entrenamiento físico. “Sesiones duras, pocas repeticiones, ya que no hay otro sistema de entrenamiento que proporcione mejores resultados para mejorar la absorción de oxígeno o la fuerza muscular”, dice el investigador.

Un enfoque preventivo

En el pasado, las investigaciones realizadas nunca han documentado un efecto tan significativo en la salud cardiovascular y la circulación en pacientes con lesiones de médula espinal, como muestra este estudio. En general, se han realizado relativamente pocos estudios sobre ejercicio en pacientes de médula espinal, en términos de qué tipos y qué volumen de ejercicio producen realmente resultados beneficiosos.

Los pacientes que han participado en este estudio estaban tan fuera de forma, que cuando comenzaron era poco probable que pudieran alcanzar un nivel normal, pero Hoff no cree que sea un objetivo imposible.“En realidad no lo sabemos, pero no hay razones para creer que la mejora se detendrá en el punto en que se encuentran ahora”, dice.

El científico, no obstante, no quiere especular sobre las consecuencias de esta investigación sobre el tratamiento de pacientes noruegos paralizados a causa de lesiones de médula. “Somos investigadores, no terapeutas”, comenta, "pero está claro que lo que estamos haciendo tiene consecuencias, tanto para Noruega como para el resto del mundo, y nos proporcionan una magnífica oportunidad de prevenir enfermedades relacionadas con el estilo de vida”. Bajo la orientación de Hoff, Berit Brurok realizó el estudio para su tesis doctoral sobre la fisiología del ejercicio, y continuará su trabajo en este área, como parte de su investigación posdoctoral, en colaboración con el Tom Tørhaug, en el Hospital St. Olavs de Trondheim.

Debido al elevado coste del Ergys 2, y a que para su uso se requiere asistencia, los científicos están investigando si los resultados del estudio pueden trasladarse a otras actividades. Se preguntan si sería posible hacer algo similar en una silla de ruedas, o si podría realizarse sin electricidad. Si tienen éxito, podría suponer una mayor calidad de vida y una vida más larga para muchas personas. Sólo en Noruega hay 5000 pacientes de lesiones de médula espinal, mientras que en EE UU la cifra puede estar próxima al medio millón.

Fuente: NTNU
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