Las conclusiones aparecen en el 'British Journal of Pharmacology'

¿Cuál es el papel de las ciclooxigenasas en la disfunción eréctil?

Investigadores del Departamento de Fisiología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Departamento de Farmacología y Terapéutica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han comprobado cómo la enzima ciclooxigenasa, mediadora de la inflamación, está también implicada en la disfunción eréctil.

¿Cuál es el papel de las ciclooxigenasas en la disfunción eréctil?
La COX-1 y la COX-2 se distribuyen en el endotelio (flechas) de las arterias peneanas. Imagen: UAM.

Dolores Prieto y Mercedes Salaices de los departamentos de Fisiología de la UCM y de Farmacologia de la UAM, respectivamente, investigaron la implicación de la COX-1 y la COX-2 en las alteraciones de las arterias peneanas durante la diabetes.

Para ello utilizaron un modelo animal de Síndrome Metabólico o prediabetes, la rata Zucker obesa. Estos animales presentan obesidad genética, resistencia a la insulina e hipercolesterolemia. Las investigadoras compararon la reactividad de las arterias peneanas de animales con Síndrome Metabólico con la de animales control.

Los resultados, que se publican en el British Journal of Pharmacology, demuestran que tanto la COX-1 como la COX-2 participan en la liberación de prostanoides relajantes del endotelio de las arterias peneanas sanas y probablemente contribuyen al proceso de erección.

Las arterias de las ratas obesas han perdido la capacidad de relajar a través del endotelio –disfunción endotelial- en parte por estar alterada la relajación mediada por derivados de la COX-1 y de la COX-2. Por lo tanto, las alteraciones en la reactividad vascular peneana en la diabetes se deben en parte a alteraciones en el metabolismo de la COX.

Las arterias peneanas son periféricas y forman un lecho vascular secundario, pero al existir una disfunción en su reactividad, que normalmente se asocia con disfunción eréctil o impotencia, actúan como indicadores de una futura alteración en vasos principales y más protegidos como son las arterias coronarias.

Este trabajo aporta datos novedosos, ya que es la primera vez que en las arterias peneanas se demuestra la participación de la enzima COX-2 no sólo en procesos inflamatorios, sino también en los fisiológicos de relajación que participan en la erección.

Además, la alteración del funcionamiento de estas arterias es causa de disfunción eréctil en el varón, por lo que el estudio podría ser utilizado para el desarrollo de diferentes fármacos para el tratamiento de la impotencia y también para la prevención de problemas cardiovasculares.

La erección, un proceso hemodinámico

En la actualidad existe una alta prevalencia de disfunción eréctil o impotencia en hombres que presentan factores de riesgo cardiovascular, como la diabetes mellitus, hipertensión, niveles altos de colesterol en sangre y tabaquismo. Entre un 35 y un 75% de los hombres que tienen diabetes mellitus sufren disfunción eréctil. Además, ésta se considera como un síntoma centinela de enfermedad vascular subclínica o silente.

El estado previo al desarrollo de diabetes tipo 2 se denomina Síndrome Metabólico y es un problema emergente de gran impacto social, que está muy relacionado con la obesidad y puede desencadenar enfermedad cardiovascular.

La erección es un proceso hemodinámico (proceso en el que está implicado el flujo sanguíneo) complejo que requiere la integridad fisiológica de las vías nerviosas y vasos sanguíneos penenanos, además de la estimulación sexual previa. Se produce en última instancia por la relajación de las arterias peneanas, además de la expansión y del llenado de sangre de los cuerpos cavernosos del pene. La pared arterial tiene una capa interna denominada endotelio vascular, que libera diferentes sustancias tanto vasodilatadoras como vasoconstrictoras.

La enzima ciclooxigenasa (COX), inhibida por el grupo de fármacos conocidos como antiinflamatorios no esteroides (AINES) al que pertenece la aspirina, produce una serie de mediadores, denominados prostanoides, implicados en la inflamación, y en procesos de hemostasia y regulación del tono vascular.

Existen dos formas de la enzima: la COX-1, que participa normalmente en procesos fisiológicos, y la COX-2, que se induce durante procesos inflamatorios, y a cuya inhibición se atribuyen tradicionalmente los efectos antiinflamatorios de los AINES.

Fuente: Universidad Autónoma de Madrid
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