Demuestran el potencial de nuevos compuestos para su aplicación en enfermedades neurodegenerativas

El grupo de Química Organometálica y Catálisis Homogénea de la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón ha evaluado las posibles aplicaciones de una serie de compuestos de rutenio para su futuro empleo en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Demuestran el potencial de nuevos compuestos para su aplicación en enfermedades neurodegenerativas
Embrión de pez cebra.

El estudio, publicado recientemente en la prestigiosa revista Zebrafish, ha concluido que el compuesto de rutenio empleado tiene la capacidad de actuar como neuroprotector o antitumoral dependiendo de la concentración con la que se aplique. De modo que, en dosis bajas, el compuesto actúa como antioxidante impidiendo el deterioro de las células, por lo que, podría emplearse para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Mientras que en altas concentraciones, este compuesto puede convertirse en una sustancia tóxica que provoque la muerte selectiva de células enfermas y, por tanto, es un buen candidato para el diseño de fármacos antitumorales.

La investigación en las aplicaciones biomédicas de este tipo de compuestos es relativamente reciente, por lo que la Universitat se sitúa a la vanguardia de este nuevo campo de estudio gracias a la colaboración de una empresa granadina. Los resultados ya se han presentado en varios congresos científicos, en concreto, en el congreso europeo 6th Zebrafish Genetics And Developmental Meeting celebrado en Roma y en la XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Química que tuvo lugar en Oviedo en 2009.

En cuanto al desarrollo del proyecto, los compuestos se obtuvieron mediante procedimientos de síntesis desarrollados por el grupo de investigación de la UJI, dirigido por el profesor Eduardo Peris. La empresa NEURON BPh, por su parte, se encargó de los ensayos in vitro. Posteriormente, comprobó la seguridad de los compuestos obtenidos en su Plataforma de Toxicología para garantizar su inocuidad. Para ello, empleó el pez cebra, un modelo animal cada vez más utilizado en la demostración de la seguridad de los fármacos.

El grupo de Química Organometálica y Catálisis Homogénea ha podido llevar a cabo esta investigación gracias a las subvenciones recibidas por parte del Ministerio de Educación y la Fundación Bancaixa-UJI. El equipo que ha participado en este estudio está formado por la estudiante de doctorado Amparo Prades, la Dra. Macarena Poyatos y el Prof. Eduardo Peris. El grupo de investigación posee una amplia experiencia en el diseño, síntesis y caracterización de compuestos organometálicos y constituye el grupo de la Universitat Jaume I que más citas posee, según la base de datos ISI web of science.

Fuente: RUVID
Derechos: Creative Commons
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