Investigadores españoles han desarrollado un sistema electrónico basado en microcontrolador para registrar la presión intracraneal (PIC). El equipo, que ha sido probado con éxito en ensayos clínicos en más de cincuenta pacientes, utiliza técnicas de procesado de señal y herramientas de inteligencia artificial para ayudar a los neurocirujanos en el diagnóstico de patologías asociadas con alteraciones cualitativas o cuantitativas de la PIC. Así lo destaca un artículo publicado en el número de marzo de la revista internacional Electronics Letters.
Usualmente la monitorización de la PIC se realiza mediante sensores invasivos, de diferentes tipos, implantados en el interior del cráneo. La señal proporcionada por el sensor se envía a un monitor de cabecera y de éste a una impresora analógica especial a través de un filtro hardware. Esto obliga a la hospitalización del paciente durante varios días, limitando sus movimientos durante el registro, que puede durar más de doce horas, con la consiguiente incomodidad y molestias en los pacientes.
El sistema ha sido desarrollado y patentado por un equipo formado por investigadores de los Departamentos de Tecnología Electrónica, Ingeniería de Sistemas y Automática, y de Ingeniería Estructural y Mecánica de la Universidad de Cantabria, junto con el Departamento de Neurocirugía del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
Este equipo multidisciplinar ha trabajado durante más de 6 años en la mejora de las técnicas de registro y análisis de la PIC, incorporando los últimos avances tecnológicos de la electrónica y procesado de señales. Son pioneros en la utilización de inteligencia artificial para la detección y cuantificación de alteraciones de la PIC, tales como ondas B, indicativas de patología de hidrocefalia, constituyendo una valiosa herramienta de ayuda al diagnóstico.
La señal de PIC se registra digitalmente junto con los datos del paciente, lo que facilita su almacenamiento y conservación, su reproducción y su transferencia inmediata por medios telemáticos.
El sistema es de reducidas dimensiones y totalmente autónomo, posibilitando la monitorización de la PIC en el hogar del paciente, evitando la hospitalización con el consiguiente ahorro económico y mejora en la calidad de vida del mismo. Además el coste del equipo es menos de la mitad que una unidad tradicional. Según el equipo de investigación su utilización generalizada en un hospital podría ahorrar 40.000 € al año.
Más información:
http://kn.theiet.org/magazine/eletters/4705/feeling-the-pressure.cfm
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