El “RoboSwift”, un micro-avión inspirado en el vencejo desarrollado por estudiantes de ingeniería de la Universidad de Tecnología de Delft (Holanda), ha realizado su primer vuelo con éxito. Los universitarios han diseñado el avión en cooperación con el Grupo de Zoología Experimental de la Universidad de Wageningen, también en los Países Bajos. El pequeño y silencioso aeroplano está equipado con cámaras de observación y, según sus creadores, podría utilizarse en el futuro para estudiar las aves o realizar labores de vigilancia de personas o vehículos.
Esta semana, entre el 10 y 15 de marzo, el grupo de estudiantes que ha desarrollado el "RoboSwift" competirá en un concurso internacional de micro-aviones en la India: la Competición Americana Asiática Micro Vehículo Aéreo (MVA).
La Agencia Nacional de Servicios de Policía de Holanda (KLPD) ha anunciado que apoyará financieramente al “RoboSwift”, ya que es optimista sobre las posibilidades de este proyecto y se ajusta a las innovaciones aplicables al trabajo de policía. Considera que este robot podría ayudar en los casos de accidentes, demostraciones sobre seguridad y en tareas de vigilancia.
El “RoboSwift” se caracteriza por la forma variable de sus alas “transformables”, que son modeladas como las alas del vencejo, permitiendo al avión maniobrar de un modo tan eficiente como lo hace este pájaro. Las pruebas en el túnel de viento de este avión, el primero del mundo con alas semejantes a las de las aves, han mostrado que puede llegar a ser extraordinariamente cercano al vuelo del vencejo. Con una envergadura de aproximadamente 50 cm y un peso de menos de 100g, el “RoboSwift” es mucho menor que los modelos de avión estándar. Para ganar elevación, está equipado con un motor eléctrico muy silencioso con propulsor. Su silueta es similar a la del vencejo real, lo que le hace menos perceptible que otros aviones de observación y helicópteros. El “piloto” está siendo entrenado en la conducta de vuelo de los pájaros, lo que incluirá más tarde el vuelo planeando. Durante los vuelos de planeo, el motor se apaga y el propulsor se pliega para que el avión pueda volar incluso más silenciosamente y ahorrar energía.
Si se equipa con microcámaras que permitan observar en varias direcciones, este pequeño aeroplano puede utilizarse en el futuro para observar pájaros de cerca sin molestarlos. Esto permitiría llevar a cabo nuevas formas de investigación biológica, además de posibilitar la realización de vigilancia desapercibida de grupos de gente o vehículos (control de masas).
Los estudiantes basaron el diseño del aparato en los descubrimientos de su supervisor, David Lentink, de la Universidad de Wageningen, que en abril de 2007 publicó con varios coautores un estudio en la revista Nature sobre las propiedades aerodinámicas del vencejo. Durante su ciclo de vida, este ave vuela una distancia comparable a cinco vueltas a la luna y puede permanecer en el aire continuadamente durante 7.000 kilómetros. Lentink y sus asociados descubrieron que el vencejo puede volar tan eficientemente y maniobrar tan bien porque continuamente adapta la forma de sus alas a las condiciones del vuelo. Estudios como el suyo fueron la inspiración para desarrollar aviones basados en las alas de pájaros, un método de diseño calificado como ‘bio-inspirado’.