El diagnóstico adelantado del cáncer de próstata ha mejorado la esperanza de vida de los hombres que lo padecen. Así lo ha explicado José Heriberto Amón, presidente de la Asociación Castellano Leonesa de Urología (ACLU), dentro el Simposio de Urología que se celebra entre el 16 y 17 de octubre en Valladolid. En total, se presentan 33 comunicaciones científicas.
La importancia sociosanitaria del cáncer de próstata es “incontestable” pues se trata de una enfermedad “de alta prevalencia en la población masculina, con importante mortalidad y claro impacto en la calidad de vida de los pacientes”.
En relación con el diagnóstico, José Heriberto Amón ha asegurado que la determinación de los niveles séricos de antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés) ha “revolucionado”el diagnóstico del cáncer de próstata.
El PSA es una proteína producida en la próstata, de manera que determinar su concentración sanguínea es un indicio de enfermedades en los órganos genitourinarios del hombre. Esta detección ha supuesto “que el 86% de los cánceres que se diagnostican en la actualidad no tengan metástasis”.
De este modo, afirma el urólogo, cuando el tumor no se ha diseminado y se considera localizado en la glándula prostática, existen diferentes posibilidades de tratamiento: cirugía, radioterapia, braquiterapia (aplicación en las proximidades del tumor de fuentes radiactivas encapsuladas) o crioterapia (aplicación de frío), a través de las cuales “se puede conseguir la curación”.
Por otro lado, cuando el cáncer prostático se encuentra extendido, “la manipulación hormonal y la quimioterapia pueden conseguir la cronificación de la enfermedad con supervivencias muy prolongadas respecto a otros cánceres del varón”.
El futuro de la urología
Estos dos días se reúnen en Valladolid un centenar de especialistas de la región para presentar 33 comunicaciones científicas. Durante el simposio, expertos en urología, radioterapia y oncología, entre otros, discutirán criterios de indicación de los diferentes tratamientos.
“La individualización del tratamiento de acuerdo a factores como la edad, la existencia de otras enfermedades, la agresividad del tumor o la actividad sexual del paciente es necesaria”, destaca Amón, quien añade que el tratamiento “debe ser un traje a medida para cada paciente”.
La situación se complica, a juicio del experto, al disponer de diferentes modalidades de cirugía, radioterapia y tratamientos mínimamente invasivos.
“La extirpación radical de la próstata se puede hacer mediante la tradicional cirugía abierta o emplear un procedimiento menos invasor, como el abordaje laparoscópico u optimizar la intervención laparoscópica mediante la utilización de un robot”, incide. En estos momentos, en Castilla y León existe la posibilidad de tratar a los pacientes con todas estas opciones terapéuticas salvo la cirugía robótica.
El cáncer de próstata es la segunda causa de muerte por enfermedad oncológica tras el cáncer de pulmón. La Unión Europea se estiman en 85.000 los nuevos diagnósticos al año.