El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha convocado a los alcaldes del entorno de Almaraz (Cáceres) y al grupo ecologista Adenex para explicar la inexistencia de impacto radiológico del incidente ocurrido el pasado 2 de mayo, y para informar sobre las actuaciones en Ascó (Tarragona) la presidenta del CSN se reunirá el próximo jueves con miembros del Gobierno de la Generalitat de Cataluña, según informa el CSN hoy en un comunicado. Greenpeace, por su parte, ha emitido también hoy otro comunicado denunciando que el CSN no está siguiendo criterios científicos para analizar el impacto radiológico del escape en la central nuclear de Ascó.
La presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Carmen Martínez Ten, mantendrá una reunión con la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, y los alcaldes del entorno de la central nuclear de Almaraz (Cáceres), el miércoles 14 de mayo, para explicar en detalle las circunstancias ocurridas el pasado 2 de mayo. El CSN también tiene previsto mantener una reunión con el grupo ecologista Adenex, y ambos encuentros se celebrarán en la sede del Consejo en Madrid.
El incidente en la central de Almaraz I se produjo por fallo humano durante la preparación de la carga de combustible, cuando mientras se llenaba la cavidad de recarga se produjo un rebose de agua. Según el CSN ningún trabajador resultó contaminado, ni se produjo ningún tipo de impacto radiológico en el exterior, y el hecho -considerado de escasa importancia para la seguridad-, ni siquiera requirió que el titular lo notificara.
Carmen Martínez Ten también mantendrá una reunión con miembros del Gobierno de la Generalitat de Cataluña el próximo jueves 8 de mayo para, entre otros asuntos, informar sobre las actuaciones que se están llevando a cabo en relación con el incidente de la central nuclear de Ascó I (Tarragona). Recientemente una misión de expertos de la Comisión Europea visitó la central y, tras las verificaciones oportunas, respaldaron las actuaciones que el organismo regulador había puesto en marcha, descartando el riesgo radiológico para la población.
A requerimiento del CSN, con fecha 14 de abril de 2008, el titular de la central presentó un programa de vigilancia de la contaminación en las personas potencialmente afectadas, adoptando los siguientes criterios para seleccionarlas: todas las personas que desde el 26 de noviembre de 2007 hubiesen accedido al interior del doble vallado de la instalación y, con carácter voluntario, aquellos que hubieran accedido al emplazamiento de la instalación permaneciendo en el exterior del doble vallado. El CSN efectuó asimismo un control independiente sobre una muestra del colectivo de personal con mayor probabilidad de haber resultado afectado y no se detectó presencia de contaminación.
Comunicado de Greenpeace
El grupo ecologista Greenpeace, por su parte, ha remitido hoy un comunicado denunciando que el CSN no está siguiendo criterios científicos para analizar el impacto radiológico del escape de la central de Ascó. En rueda de prensa, el radiobiólogo y toxicólogo Eduard Rodríguez Farré ha realizado un análisis de la actuación del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en la valoración del impacto radiológico sobre la población de la fuga radiactiva de partículas de Cobalto 60 (Co-60) producida en la central nuclear de Ascó el pasado 29 de noviembre, pero comunicada en abril de este año.
El profesor Rodríguez Farré ha hecho hincapié en la indefinición del término "partículas radiactivas", constantemente utilizado por el CSN, y ha destacado la importancia de conocer su tamaño. Las partículas de menos de algunas micras de diámetro pueden pasar al torrente circulatorio a través del pulmón e incorporarse a otros órganos, especialmente en el hígado, donde se acumula y tiene un tiempo de residencia biológica de entre una y tres semanas, ha explicado, mientras que las partículas mayores quedarían retenidas en el tracto respiratorio y en el pulmón, que es muy sensible a la radiación.
Rodríguez Farré también ha indicado que el CSN no ha hecho pública información precisa sobre la metodología aplicada en las mediciones radiológicas a las que ha sometido o se propone someter a la población expuesta al escape. También ha recordado que, dado que el tiempo de residencia biológica de la mayor parte del Co- 60 en el cuerpo humano es de 1 a 3 semanas, un resultado negativo en las pruebas de detección de radiactividad realizadas recientemente no permite descartar que las personas examinadas hubieran quedado irradiadas anteriormente y su cuerpo hubiera eliminado ya las partículas radiactivas que hubiesen podido incorporar, lo que no significa que mientras las alojó no quedara irradiado.
Greenpeace pide al CSN que aporte un inventario detallado con los valores de radiactividad de cada una de las partículas detectadas y aclare el protocolo que se sigue para los exámenes radiológicos al público.