Esta mañana se han presentado los resultados del Proyecto Álamo III, que cuenta con los datos epidemiológicos de casi 11.000 mujeres diagnosticadas de cáncer de mama entre 1998 y 2001. El estudio muestra que las mejoras en el cribado de este tumor permite un diagnóstico en estadios cada vez más tempranos.
Un estudio presentado esta mañana en Madrid por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) muestra que en los últimos diez años los casos de cáncer de mama en fase más precoz han aumentado un 15% mientras que el número de tumores más avanzados ha disminuido un 3%.
Esta evolución hacia diagnósticos más tempranos sugiere la existencia de más y mejores programas educacionales y de campañas de cribado. Pese a su creciente incidencia, la mortalidad por cáncer de mama decrece progresivamente en España.
“Las mamografías y la concienciación de las mujeres españolas han ayudado a que los tumores mamarios se diagnostiquen antes”, ha asegurado en rueda de prensa Miguel Martín, presidente de la Fundación GEICAM.
El GEICAM ha presentado los resultados del proyecto Álamo III que muestran la evolución de las mujeres que fueron diagnosticadas con cáncer de mama entre 1998 y 2001. El estudio recoge datos demográficos y terapéuticos de casi 11.000 pacientes en 35 hospitales y su evolución hasta 2007.
“La recurrencia del cáncer va muy ligada a la extensión del tumor en el momento del diagnóstico”, explicó María Pollán, científica del Centro Nacional de Epidemiologia en el Instituto Carlos III.
Uno de los datos positivos del estudio es la mejora en los índices de curación. La supervivencia a los cinco años de las pacientes con cáncer de mama ha aumentado de un 75% a un 78%.
Alrededor de 26.000 mujeres en España son diagnosticadas de cáncer de mama cada año. Es el tumor más frecuente en la población femenina, según datos del informe GLOBOCAN 2012.
Diagnóstico en pacientes más jóvenes
El estudio muestra un ligero aumento de casos de cáncer de mama en mujeres jóvenes. Algunas de las razones de este ligero aumento, según ha explicado a Sinc Miguel Martín, “son el retraso en el embarazo de las mujeres hasta después de los 30 años, los cambios de estilo de vida y la tendencia hacia una dieta más americana o anglosajona”.
Además “los estudios actuales advierten que los tumores de mama que se diagnostican en mujeres jóvenes tienen una biología diferente, son más agresivos”, ha explicado Ana Lluch, jefa del Servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
En la última década se han producido grandes avances en la investigación y el tratamiento del cáncer de mama. Este ha sido el caso de la determinación de los receptores hormonales, cuyo uso ha permitido identificar a las pacientes resistentes a tratamientos específicos.
Según los datos de este último estudio, a un 8,1% de mujeres diagnosticadas con tumores mamarios no se les determinan los receptores hormonales. Esta cifra ha descendido un 27, 9% con respecto a las de Álamo I (1990-1993).
“Estudiar series tan atrasadas nos da una idea de la supervivencia en diez años, pero la desventaja es que analizamos diagnósticos antiguos. A partir de ahora vamos a empezar a analizar a las pacientes actuales desde un punto de vista prospectivo” dice Miguel Martín.
Según los investigadores del GEICAM, si se extrapolaran los niveles de supervivencia al 2013, estos serían mayores.
Sobre los análisis genéticos de cribado, Miguel Marín opina que “son muy caros”, pero que a largo plazo “se deberían implementar porque son buenos para las mujeres y para el sistema”.
“Sabemos en qué mujeres es rentable aplicar el test genético. Tienen una buena relación coste-eficacia para el subgrupo de pacientes que lo precisan”, añade Ana Lluch.