El escáner de animales vivos, nueva herramienta para la industria cárnica

En medicina es conocido el uso de la tomografía computarizada, un método de diagnóstico en el que se usan los rayos X para crear imágenes transversales del cuerpo humano. Ahora la misma técnica permite obtener imágenes de distintos tejidos en animales, como los cerdos, y desarrollar modelos de crecimiento sin sacrificarlos.

El escáner de animales vivos, nueva herramienta para la industria cárnica
La investigadora Maria Font usando el TAC en el IRTA de Monells (Girona). / IRTA

La tomografía computarizada (TC) es una tecnología que permite obtener imágenes del interior de los cuerpos sin necesidad de abrirlos. Esta tecnología, desarrollada inicialmente con fines médicos, está siendo utilizada de forma novedosa por investigadores del IRTA como herramienta para determinar la composición en grasa, músculo y huesos de los animales o de sus canales y cortes.

Esta técnica permite estudiar la evolución de la composición de la canal en un animal en distintas fases de su desarrollo

El equipo de TC permite ver el interior del animal y obtener valores de espesor, áreas y volumen de cada uno de los tejidos. Al ser una técnica no invasiva ni destructiva, permite estudiar la evolución de la composición de la canal en un mismo animal en distintas fases de su desarrollo. Tradicionalmente estos valores tenían que obtenerse a partir del sacrificio seriado de animales. El uso de este escáner consigue ahorrar tiempo y dinero y mejora la precisión de los resultados, entre otras cosas porque permite trabajar con el mismo animal.

Otra de las aplicaciones del escáner es la reconstrucción tridimensional del animal, y se está trabajando con la posibilidad de hacer un despiece virtual para predecir por cada uno de los cortes la composición de grasa y músculo, permitiendo por lo tanto, optimizar el despiece en la industria.

El IRTA cuenta con un equipo de tomografía computarizada con el que trabaja para varios proyectos de investigación y para dar servicios a empresas. “El TC nos permite hacer un seguimiento del crecimiento de los tejidos y evaluación de los huesos para ver el efecto de la alimentación en la composición del animal” comenta Maria Font, investigadora del IRTA de Monells.

Otras aplicaciones pueden ser la sanidad animal –como el diagnóstico de rinitis­-, la selección genética o el seguimiento de procesos industriales como el salado del jamón. Actualmente la Unión Europea ha aprobado su uso como sistema de referencia para calibrar equipos de clasificación de canal.

video_iframe

Fuente: IRTA
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados