Una investigación del CSIC relaciona el tamaño y la coloración de sus plumas con dichas características. Los machos de mayor edad poseen un plumaje más rojo y más extenso.
El plumaje que los petirrojos (Erithacus rubecula) exhiben en su pecho aporta información sobre su edad y su sexo, según revela una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El trabajo, publicado en el último número de The International Journal of Avian Science, revela que los machos de más edad presentan mayor cantidad de plumas y más rojizas.
La investigación, que ha tenido lugar en una pineda al norte de Barcelona, revela que los ejemplares juveniles que acaban de dejar el nido exhiben un plumaje marrón. El distintivo tono rojizo de la especie aparece meses más tarde, durante el primer cambio de plumaje veraniego. El investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana que ha liderado el trabajo, Roger Jovani, explica: “Después de más de seis décadas, aún tenemos una comprensión muy limitada de la importancia de la información que los petirrojos pueden comunicar con sus pechos rojos”.
El cambio de plumaje que experimentaron los petirrojos el segundo verano reveló que el tamaño de su pecho cubierto de plumas rojas se había incrementado tanto en machos como en hembras. Sin embargo, el de los machos era más grande que el de las hembras.
A través de modelos informáticos, los investigadores tomaron imágenes del pecho de los petirrojos que corresponden con su propio sistema visual. Los resultados demostraron que la línea gris, que también crece con la edad, realza el perímetro del pecho rojo.
Jovani opina: “Nuestro estudio es un primer paso para comprender el papel del pecho rojo y la franja gris en la vida de los petirrojos”, y concluye: “Estudios posteriores podrían revelar más sorpresas en este campo relacionadas con resolver enfrentamientos territoriales y decisiones de emparejamiento”.