Dos estudios españoles confirman que la apnea obstructiva del sueño es un factor de riesgo para el desarrollo de hipertensión y problemas cardiovasculares. El tratamiento con presión positiva continua durante más de cuatro horas cada noche disminuye la tensión arterial de estos pacientes.
La apnea obstructiva del sueño (AOS) es un trastorno que se estima que afecta a más del 20% de la población occidental. En ella, los pacientes sufren un colapso de las vías aéreas superiores mientras duermen y esto provoca episodios de asfixia.
Dos estudios españoles sobre este trastorno respiratorio se publican esta semana en la revista JAMA. “Los dos trabajos son complementarios y demuestran que la apnea se asocia a un aumento del riesgo de desarrollar hipertensión arterial sistémica o sufrir eventos cardiovasculares “, explica a SINC Ferran Barbé, autor de uno de los estudios. “Sin embargo, el tratamiento de la enfermedad con presión positiva continua (CPAP) disminuye este riesgo, pero solo cuando se usa más de cuatro horas por noche”.
La primera línea de acción en este trastorno es el tratamiento con un respirador de presión positiva (CPAP). Este dispositivo incluye una máscara, tubos y un ventilador y usa presión de aire para empujar la lengua hacia adelante y abrir la garganta. Esto permite que el aire pase a través de la garganta, reduce los ronquidos y previene las molestias de la apnea.
Barbé y su equipo del Institut de Recerca Biomedica (Lleida) investigaron si el tratamiento CPAP reducía la hipertensión y los eventos cardiovasculares asociados a la enfermedad. En el estudio se incluyeron 723 pacientes con apnea que se dividieron en un grupo con tratamiento CPAP y otro sin él, y se les realizó un seguimiento durante cuatro años.
“Aunque son necesarios más estudios con mayor número de pacientes, nuestros resultados indican que solo existe un beneficio para el paciente cuando el tratamiento se aplica más de cuatro horas por noche”, afirma Barbé.
El segundo estudio se elaboró en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza por el equipo del médico José M. Marín. En él se incluyeron 1.889 participantes normotensos pero con problemas de apnea a los que observaron periódicamente durante más de 11 años. “Se trata del primer estudio clínico, longitudinal y a largo plazo que compara el riesgo de desarrollar hipertensión entre pacientes con y sin apnea”, explica a SINC Marín.
Los resultados del trabajo demuestran que la severidad de la apnea tiene relación directa con la aparición de la hipertensión. “Este exceso de riesgo se elimina si el paciente sigue el tratamiento CPAP más de 4 horas de media por noche”, afirma Marín.
Actualmente, se considera que la hipertensión es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de insuficiencia cardiaca y mortalidad cardiovascular, afirman los autores de los dos estudios. “Dada la alta prevalencia de apnea en el mundo occidental y su infradiagnóstico e infratratamiento, estos resultados implican la necesidad de una identificación temprana del paciente y su tratamiento adecuado”, concluye Marin.
Referencia Bibliográfica
Marin J.M.; Agustí A.; Villar I.; Forner M.; Nieto D.;Carrizo S.J.; Barbé F.; Vicente E.; Wei Y.; Nieto F.J.; Jelic S. “Association between treated and untreated obstructive sleep apnea and risk of hypertension” JAMA 307[20]:2161-2168. Mayo de 2012.
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