Resultados del tercer estudio EUROASPIRE

El tratamiento de los pacientes coronarios en Europa no cumple los protocolos internacionales

Una gran proporción de pacientes coronarios no logran alcanzar los objetivos de estilo de vida, factores terapéuticos y de riesgo para la prevención secundaria de la enfermedad. Éstas son algunos de los resultados del tercer estudio EUROASPIRE, que ha analizado las historias médicas de casi 9.000 pacientes con cardiopatía coronaria en 22 países europeos.

El tratamiento de los pacientes coronarios en Europa no cumple los protocolos internacionales
Una gran proporción de pacientes coronarios no logra alcanzar los objetivos para la prevención secuendaria de la enfermedad. Infografía: SINC.

“Una de las mayores preocupaciones de los médicos es el que muchos pacientes coronarios no sean tratados de acuerdo con el protocolo establecido en las directrices de prevención europeas y, en consecuencia, puedan presentar un riesgo mayor de enfermedad aterosclerótica y una esperanza de vida menor”, señala David Wood, investigador del Instituto Nacional del Corazón y Pulmón (INCP) de Londres y autor principal de EUROASPIRE III.

El tercer estudio de la serie EUROASPIRE, realizado por encargo de la Sociedad Europea de Cardiología y llevado a cabo entre 2006 y 2007 en pacientes de 76 centros coronarios de Europa, analizó los datos de casi 9.000 personas diagnosticadas de cardiopatía coronaria. Todos los pacientes fueron examinados como mínimo seis meses después del primer acontecimiento coronario.

Los resultados no fueron nada alentadores. De los 9.000 participantes, el 17% eran fumadores, el 35% eran obesos y el 53% presentaban obesidad central, el 56% tenían valores de presión arterial altos, el 51% tenían concentraciones de colesterol sérico elevados, y el 25% tenían antecedentes de diabetes, de los cuales sólo el 10% eran controlados adecuadamente.

El trabajo, publicado hoy en la revista European Journal of Cardiovascular Prevention and Rehabilitation, muestra también que el uso de la medicación cardioprotectora estaba por debajo de las recomendaciones.

“Las conclusiones obtenidas muestran que, pese a la existencia de directrices claras y basadas en la evidencia, su integración en la práctica clínica rutinaria sigue siendo desalentadora, y en toda Europa queda aún mucho camino por recorrer hasta llegar a cumplir los protocolos de actuación en cardiología preventiva”, subraya Wood.

El estilo de vida, los factores de riesgo y los objetivos terapéuticos para la prevención de la enfermedad cardiovascular están claramente establecidos en las directrices conjuntas de las sociedades europeas especializadas, que otorgan la prioridad máxima a los pacientes con una enfermedad coronaria.

Entre los objetivos de las directrices se encuentran el abandono del tabaco, la práctica de una dieta saludable, la realización de ejercicio físico, el mantenimiento de un índice de masa corporal (IMC) máximo de 25, una presión arterial no superior a 140/90 mmHg (130/80 en diabéticos) y colesterol total no superior a 4,5 mmol/l.

Desde el primer estudio hasta hoy

Los resultados detallados revelaron que casi un tercio de todos los participantes en el primer estudio EUROASPIRE eran fumadores en el mes previo a la ocurrencia del acontecimiento, y esta proporción se había reducido hasta aproximadamente la mitad en el momento de la entrevista. Sólo a uno de cada siete pacientes se le recomendó acudir a un centro de deshabituación tabáquica y sólo un tercio de éstos siguió la recomendación.

El 44% de los pacientes refirieron no haber incrementado el ejercicio físico después del acontecimiento y sólo un tercio reveló hacer ejercicio de forma regular para mejorar su forma física. Uno de cada cinco pacientes obesos señaló que nunca se le había dicho que tuviese sobrepeso, la mitad no había seguido ningún consejo dietético para perder peso y casi dos tercios no habían incrementado su actividad física.

Kornelia Kotseva, investigadora del INCP de Londres, describe la prevalencia de tabaquismo y obesidad en pacientes coronarios europeos como “alarmantes”, señalando que casi uno de cada cinco pacientes continuó fumando después del acontecimiento coronario y menos de uno de cada cinco estaban dentro del IMC objetivo.

“En comparación con nuestros dos estudios previos”, continúa, “la prevalencia de obesidad ha aumentado sustancialmente. Los profesionales sanitarios deben alentar a los pacientes coronarios para que pierdan peso. Además, pese al mayor uso de tratamientos farmacológicos preventivos, la mayoría de los pacientes siguen sin alcanzar los objetivos de presión arterial y colesterol”.

Las enfermedades cardiovasculares, y en particular las enfermedades coronarias del corazón (ECC), son la principal causa de muerte en Europa, suponiendo un 43% de todas las muertes que se producen en el continente y el 55% de las muertes en mujeres. Existen marcadas diferencias en las prevalencias entre los distintos países europeos.

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Referencia bibliográfica:
Kotseva K., Wood D., De Backer G., et al. “EUROASPIRE III: A survey on the lifestyle, risk factors and use of cardioprotective drug therapies in coronary patients from twenty-two European countries”. European Journal of Cardiovascular Prevention and Rehabilitation; doi: 10.1097/HJR.0b013e3283294b1d, marzo de 2009.

Referencia de apoyo:
Graham I., Atar D., Borch-Johnsen K., et al. “European guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice: fourth joint task force of the European Society of cardiology and other societies. European Journal of Cardiovascular Prevention and Rehabilitation; 14 (Suppl 2): S1-S113, 2007.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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