La Organización para las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y su Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) establecieron el Sistema de Alerta Temprana contra los Tsunamis y de Mitigación de sus Efectos tras el tsunami que a fines de 2004 acabó con la vida de más de 200.000 personas. Hoy las alertas de este sistema son emitidas por el Centro de Alerta del Pacífico, con sede en Hawai, y por el Centro japonés de asesoramiento sobre tsunamis del Pacífico Norte y Oeste, con sede en Tokio.
“Las trágicas pérdidas causadas por el terremoto y tsunami que azotaron Sumatra (Indonesia) el pasado 25 de octubre muestran que deben intensificarse los esfuerzos para mejorar la preparación de las poblaciones costeras en las regiones más vulnerables del mundo”, ha declarado hoy Irina Bokova, directora general de la UNESCO.
El sistema de alerta contra tsunamis y mitigación de sus efectos funcionó de manera efectiva durante el sismo y tsunami, que alcanzaron 7,7 grados en la escala Richter. Sin embargo, no pudieron emitirse mensajes de alerta lo suficientemente rápido como para proteger a las poblaciones de las zonas próximas al epicentro, situado en las islas indonesias de Mentawai.
“La evacuación inmediata es clave para la supervivencia en caso de tsunami. Las poblaciones deben saber que deben huir hacia zonas elevadas lo más rápido posible”, añadie Bokova.
La señal de alerta no es suficiente
“El sistema nacional indonesio, el Indonesian Tsunami Early Warning System (InaTEWS), emitió la primera advertencia a las autoridades nacionales cinco minutos después del sismo submarino, lo que permitió a muchas comunidades tomar las precauciones necesarias”, explica Wendy Watson-Wright, subdirectora general de la UNESCO y secretaria ejecutiva de la COI.
Pero dado que el epicentro estaba situado a pocos kilómetros de las islas indonesias de Mentawai, aunque la alerta de las autoridades indonesias fue muy rápida, no pudo llegar a los pueblos de pescadores de Pagai o Sipora antes de que el tsunami golpeara sus costas.
“Desde 2004 se ha hecho una gran cantidad de trabajo para establecer un sistema de alerta eficaz en el Océano Índico. Tenemos equipamientos muy modernos ya en el agua que nos permiten saber muy rápido si se ha producido un tsunami. Además, se han puesto en marcha mecanismos de alerta en zonas costeras para asegurarnos de que las alertas oficiales lleguen a las poblaciones locales. Pero todavía tenemos por delante un inmenso trabajo de concienciación y de información pública para asegurarnos de que llegamos hasta el último pueblo y alcanzamos a las comunidades más vulnerables”, agrega Watson-Wright.