Un equipo internacional de expertos ha descrito por primera vez los metabolitos que advierten de la aparición de infarto de miocardio e ictus en la población de España y EE UU. El conocimiento adquirido podrá ser útil en el futuro para individualizar mejor la dieta ideal para la prevención de la enfermedad cardiovascular.
Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV), la Universidad de Navarra (UNAV) y el consorcio PREDIMED, en colaboración con la Universidad de Harvard y el Instituto Broad de EE UU, han identificado por primera vez una huella metabolómica relacionada con la adherencia a la dieta mediterránea.
La clave de dicha ‘huella’ –consistente en varios metabolitos que circulan por la sangre– es la capacidad de predecir la aparición de infarto de miocardio e ictus. El trabajo acaba de publicarse en el European Heart Journal.
El equipo determinó más de 300 metabolitos en muestras de sangre de 1.859 participantes del estudio PREDIMED –realizado en pacientes de alto riesgo cardiovascular que recibieron un seguimiento durante una media de 5 años– y 6.868 de tres grandes trabajos en EE UU realizados en población sanitaria con un seguimiento de más de 15 años.
En estos participantes se conocía, a través de cuestionarios dietéticos, su nivel de cumplimiento con el patrón tradicional mediterráneo. Se utilizaron algoritmos de inteligencia artificial que identificaron 67 metabolitos marcadores de ingesta y de efecto de la misma.
“Esta huella metabolómica es un indicador más objetivo para predecir la presencia de diabetes o los niveles de algunos factores de riesgo cardiovascular, en comparación a la adherencia determinada a través de cuestionarios dietéticos”, apuntan los autores.
“Es más, previó en gran medida la posibilidad de que un individuo desarrollara con el paso del tiempo un infarto de miocardio o un ictus, tanto en los participantes del estudio PREDIMED como en los participantes de los tres estudios americanos”, añaden.
Es la primera vez que se determina la huella de metabolitos relacionada con la adherencia a un patrón dietético como el mediterráneo. Esto abre las puertas a la hora de vislumbrar posibles vías metabólicas que expliquen los beneficios observados de la dieta mediterránea en muchos estudios.
Además, la huella metabolómica identificada se pudo corroborar como mediador del efecto mediante estudios genéticos. Estos hallazgos permiten evaluar de forma más objetiva y comprensible la adherencia y respuesta metabólica a la dieta. El conocimiento adquirido podrá ser útil en el futuro para individualizar mejor la dieta ideal para la prevención de la enfermedad cardiovascular.
Referencia:
Jun Li et al. “The Mediterranean diet, plasma AQ3 metabolome, and cardiovascular disease risk” European Heart Journal (2020) 00, 1–13 Clinical Research. doi:10.1093/eurheartj/ehaa209