Estudian el efecto del ácido oleico en el síndrome de Down

Científicos del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) han iniciado una investigación para determinar la posible influencia del ácido oleico en un modelo de síndrome de Down. El estudio, financiado por la Fundación Ramón Areces para los próximos tres años, parte de la idea de que el ácido oleico promueve la diferenciación de las neuronas, lo que puede repercutir en el desarrollo cerebral.

Estudian el efecto del ácido oleico en el síndrome de Down
Investigadoras del Incyl, en el laboratorio. Foto: DiCYT

En anteriores investigaciones, los científicos de este mismo laboratorio del Incyl comprobaron que el ácido oleico es un factor neurotrófico en condiciones normales, es decir, que favorece el crecimiento de las neuronas. Ahora el propósito es ver si este elemento también tiene influencia en el caso del síndrome de Down.

"En el síndrome de Down se ha visto que existe un retraso del desarrollo cerebral en una época específica antes del nacimiento, es un retraso en la maduración del cerebro", comenta la investigadora. Así, este estudio se propone "ver si esa falta o retraso en el desarrollo puede estar relacionada con la ausencia de determinados factores y uno de ellos puede ser el ácido oleico". En cualquier caso, el ácido oleico está presente porque se sintetiza en las células, pero la clave está en saber en qué medida favorece el desarrollo.

En concreto, "queremos ver si el ácido oleico puede tener algún efecto en la diferenciación neuronal en nuestros modelos de estudio”, la fase en la que las neuronas adquieren sus características específicas. Primero "vamos a trabajar con células derivadas de ratones con trisomía 16" (Ts 16), un modelo similar al de la trisomía 21, que es la que caracteriza el síndrome de Down en humanos. "Hay diferentes modelos de ratones transgénicos que tienen un gen o varios con multiples copias similares a las de síndrome de Down. En el caso de los ratones Ts16 tienen una parte del cromosoma 16 triplicada", indica Ana Velasco, mientras que en síndrome de Down existen tres copias del cromosoma 21.

La investigación comenzará en cultivos in vitro con líneas celulares desarrolladas por un laboratorio chileno, pero su objetivo es trasladarla a ratones. "Hemos escogido trabajar con síndrome de Down porque una de las características que tiene es el retraso mental y este puede ser debido a un retraso en el desarrollo del cerebro", indica la científica. El modelo animal ayudará a conocer mejor estos procesos porque "hay un momento del desarrollo embrionario de los ratones Ts16 en el que se produce un retraso en el crecimiento del cerebro y esta época coincide con la etapa en la que se produce la síntesis de ácido oleico en nuestras condiciones de trabajo", añade.

Paliar la patología

A largo plazo, los resultados de esta investigación pueden ayudar a paliar algunas de las consecuencias de la patología. "No existe cura para el síndrome de Down porque es una enfermedad que depende de los genes, pero queremos estudiar mecanismos que puedan mitigar el retraso mental, aunque además existan otras características de esta enfermedad, como los defectos cardiacos y facciones características".

En realidad, no hay dos personas con síndrome de Down que tengan la misma discapacidad. Aunque ya se ha investigado mucho, "el estudio del desarrollo del cerebro puede ayudar a conocer más la enfermedad", señala Ana Velasco, que trabajará con el apoyo de otras tres personas para formar uno de los pocos grupos que se dedican a la investigación en síndrome de Down en España.

Fuente: DiCYT
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