Hacer ejercicio en el agua puede beneficiar a los pacientes de fibromialgia

Un estudio publicado hoy en la revista Arthritis Research & Therapy, sugiere que la práctica de terapia física de manera regular en una piscina de agua caliente puede paliar las dolencias que genera la fibromialgia y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por dolor muscular generalizado y fatiga, acompañado a menudo de rigidez, sueño no reparador y ansiedad. Estos síntomas reducen la calidad de vida de los pacientes y aumentan el uso del sistema sanitario. Entre un 2 y un 4% de la población de cualquier país es afectada por la enferemedad. De ellos, el 90% son mujeres.

Además del tratamiento farmacológico (basado en analgésicos y una baja dosis de antidepresivos en muchos casos), los médicos también prescriben ejercicio físico de bajo impacto mecánico. Ahora, investigadores de la Universidad de Extremadura y de la Universidad de Évora (Portugal) han llevado a cabo un ensayo aleatorio en un grupo de 33 mujeres para encontrar un tratamiento alternativo.

Mejor calidad de vida

La muestra se distribuyó en dos grupos: 17 de las pacientes realizaron un programa de ejercicio en piscinas de agua caliente durante ocho meses, con tres sesiones de 60 minutos por semana, mientras que el resto no practicó ninguna actividad física.

Narcís Gusi y Pablo Tomás-Carus, autores de la investigación, encontraron que el programa de ejercicio en el medio acuático fue efectivo en la reducción de los síntomas de la fibromialgia y que mejoró la calidad de vida de las participantes, resultados que confirmaron el trabajo publicado en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise en julio de 2007.

En estudios anteriores, los investigadores ya demostraron que el entrenamiento a corto plazo reducía los síntomas de esta enfermedad, pero que el dolor regresaba una vez que los pacientes dejaban de practicar la actividad física.

“Si además del tratamiento normal para la fibromialgia en mujeres, se añade un programa de actividad acuática a largo plazo, los costes sociales y sanitarios se verán reducidos”, explicaron los dos autores, ya que “la realización de ejercicios acuáticos apropiados supone una inversión en materia de salud”.

La investigación, continuación de dos trabajos que ambos investigadores publicaron en 2006 y 2007, compara el entrenamiento físico en el agua con otro tipo de actividades más accesibles y baratas, como el aeróbic de bajo impacto, caminar, el yoga o el tai-chi.

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Referencia bibliográfica:

N. Gusi, P. Tomas-Caru, “Coste y utilidad de un entrenamiento acuático de 8 meses en mujeres con fibromialgia: un ensayo aleatorio”. Arthritis Research & Therapy (2008)

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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