Algunas aeronaves pequeñas, como las de las escuelas de vuelo, recibirán ayudas de hasta un 20% de subvención para sustituir los motores de gasolina por otros de gasoil, según ha anunciado el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, durante el acto de presentación esta semana en Madrid del Plan Estratégico para la Aviación General.
El ministro ha señalado que esta medida se enmarca dentro del Plan de Ahorro y Eficiencia Energética, y se verá acompañada con otras ayudas como la instalación en este tipo de aviones de silenciadores “para conseguir motores menos contaminantes y menos ruidosos”. Clos ha reconocido que soplan “vientos de preocupación” en el sector aeronáutico por el tema ambiental, pero que hay que “coger al toro por los cuernos” y apoyar la tecnología que reduzca el impacto ambiental.
El objetivo principal del plan presentado por el ministro es contribuir a desarrollar el sector de la Aviación General (AG) en España, potenciando su vertiente industrial, así como conseguir que este subsector aeronáutico incremente su nivel tecnológico y mejore la seguridad de los vuelos. Para ello, se ha solicitado la colaboración entre todos los agentes públicos y privados con competencias en este sector, y se ha hecho un llamamiento especial a las comunidades autónomas que tienen “descuidada” su participación en este asunto.
Tradicionalmente se entiende por AG todas aquellas aeronaves cuyo peso al despegue se sitúe entorno o por debajo de los 6.000 kilogramos, pero el concepto se ha ampliado a cualquier helicóptero o avión, sin límite de peso, que opere con fines distintos a los de una línea aérea comercial. La Aviación General cubre actividades tan variadas como los reactores privados o de negocios, servicios de aerotaxis, vuelos recreativos, extinción de incendios, vigilancia medioambiental o escuelas de pilotos.
El director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), Maurici Lucena, ha explicado durante la presentación que el futuro del sector son los Very Lights Jets (VLJ), un tipo de aviones con una estructura muy ligera y resistente, además de mejoras aerodinámicas, que les permite un consumo más eficiente del combustible. Estas aeronaves disponen también de importantes mejoras de seguridad, gracias tanto a los sistemas que tienen embarcados como a los dispositivos terrestres implicados en el control del tráfico aéreo.
Lucena ha señalado a SINC que la “eficiencia” en este tipo de aviones no sólo es buena desde el punto de vista ambiental, sino también porque abarata los costes de adquisición y operación, lo que a largo plazo “ayudará a democratizar el transporte aéreo, aunque ahora se estén dando los primeros pasos”.
El CDTI ofrece ayudas al desarrollo tecnológico en I+D+i para aquellas empresas interesadas en el campo de la Aviación General, y en particular a los diseñadores e integradores de los VLJ, animando a los fabricantes a producirlos en España.
Durante la presentación del Plan, el presidente de la Asociación Española de Constructores de Material Aeroespacial (ATECMA), Ricardo Martí, ha recordado que internacionalmente es reconocida “la excelencia española en el sector de la fibra de carbono”, un elemento estructural de las grandes aeronaves, pero que también se puede aplicar en aviones de menor capacidad.