Las enfermedades mentales se clasificarían desde el punto de vista molecular entre las neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson, recoge una investigación de la USC dirigida por el profesor Jesús Rodríguez Requena con la ayuda de Gustavo Sajnani. Los científicos recuerdan que, si bien en todos los cerebros existe la proteína DISC1, sólo en los enfermos mentales aparece de manera insoluble formando agregados y relacionan estos casos con los neurogenerativos donde sucede lo mismo con otras proteínas.
El equipo trabajó con investigadores de la Universidad alemana Heinrich Heine de Dusseldorf que, coordinados por el profesor Carsten Korth, analizaron 60 muestras de cerebros, pertenecientes a enfermos mentales y obtenidos de la Fundación Stanley, junto con los de personas saludables. A continuación, se compararon los resultados recogidos con una técnica bioquímica diseñada especialmente por el equipo de científicos para capturar pequeños agregados proteicos que escaparían a otros procedimientos estándar.
El estudio, realizado en el Departamento de Medicina de la Universidad de Santiago, lo publicó recientemente la revista internacional Journal of Neuroscience y se espera que, en el futuro, abra “una nueva vía” para el conocimiento de las bases moleculares de las enfermedades mentales, apunta Requena. “Aunque actualmente los datos deban ser revisados de nuevo y ampliados”.
La proteína DISC1
La proteína DISC1 “generó últimamente un gran interés” en el campo de la neurociencia. Así, ya en 1990, científicos de la Universidad de Edimburgo comprobaron que los portadores de una anomalía cromosómica como consecuencia de la expresión de una versión truncada de esta proteína tenían altas probabilidades de padecer enfermedades mentales, detalla el profesor Requena. Pero, desde la perspectiva molecular no se habían estudiado hasta el momento los mecanismos de dicha relación.