Una representación de la Comisión Europea ha verificado que los estudios radiológicos y los programas de vigilancia del Centro de Recuperación de Inertes (CRI-9) y de las balsas de fosfoyeso en las marismas de Huelva son "adecuados y eficaces", según informa hoy el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en un comunicado.
Dentro de los acuerdos del tratado Euratom (la Comunidad Europea de la Energía Atómica), una representación de la DG-TREN de la Comisión Europea, compuesta por cuatro expertos en vigilancia radiológica ambiental, ha realizado un trabajo de verificación de la situación y de las actividades de vigilancia en los terrenos del Centro de Recuperación de Inertes (CRI-9), y en las balsas de fosfoyeso de la industria de fosfato que están en las marismas de Huelva.
La llamada "misión de verificación" se ha clausurado hoy en la sede del CSN, donde el equipo europeo ha adelantado como conclusión preliminar al informe que ser remitirá en unos meses, que los estudios radiológicos y los programas de vigilancia establecidos son "adecuados y eficaces".
Durante esta misión los representantes de la DG-TREN se reunieron con los responsables implicados (Ministerio de Industria, Turismo y Comercio; Ministerio de Medio Ambiente; Junta de Andalucía; CSN; EGMASA, Fertiberia, Enresa, Ciemat y las Universidades de Huelva y Sevilla) y se desplazaron a las dos zonas.
En los terrenos del CRI-9 se hizpo una demostración de cómo se recogen las muestras en las zonas de control y de las mediciones de control radiométrico. En este centro de recuperación se mantiene un programa de vigilancia requerido por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, y cuyos resultados también analiza el CSN, además de inspecciones en las que se recogen muestras para su análisis por parte de laboratorios independientes.
Los resultados muestran que la contaminación permanece limitada a las proximidades de los denominados “frentes de inertizado”, aunque se considera que las barreras y el programa de vigilancia se deben mantener para asegurar el confinamiento de la contaminación a largo plazo.
Balsas de fosfoyeso en las marismas
Los expertos también visitaron las balsas de fosfoyeso en las que se depositan los residuos de la actividad industrial de producción de ácido fosfórico, así como el área recuperada de la zona.
En estas balsas, donde están revegetadas 400 hectáreas, los valores de radón son equiparables al fondo natural, por lo que el posible impacto radiológico que causan los apilamientos de fosfoyeso en la población del entorno y en los trabajadores de las balsas "está por debajo de los límites fijados en la normativa vigente", según un estudio elaborado por las Universidades de Huelva y Sevilla.
El programa de la misión de verificación se ha completado con la visita a los laboratorios de estas dos universidades, así como a otros del Ciemat y Geocisa, en Madrid, encargados de analizar las muestras procedentes del CRI-9.