La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha comparecido hoy en la Comisión Mixta para la Unión Europea en el Congreso de los Diputados, donde ha explicado el balance y los resultados en ciencia e innovación de la Presidencia Española del Consejo de la UE.
Garmendia ha asegurado que la Presidencia Española ha contribuido de forma significativa al desarrollo futuro del Espacio Europeo de Investigación (ERA, por sus siglas en inglés) y a mejorar aspectos muy concretos de la investigación europea y que, en algunos casos, han sido introducidos por primera vez en la agenda política comunitaria.
La Presidencia Española de la UE ha dado un paso importante al abordar la movilidad y la carrera profesional de los investigadores europeos, primero en el Consejo de Competitividad del pasado marzo y, después, llevando estas conclusiones por primera vez al Consejo de Empleo, política Social, Sanidad y Consumidores (EPSCO) para que éste tomase medidas concretas.
Junto a la mejora de las condiciones laborales de los investigadores, la Presidencia Española ha abordado un número importante de cuestiones específicas como las infraestructuras científicas incluidas en la Hoja de Ruta del Foro Estratégico Europeo para las Infraestructuras de Investigación (ESFRI), las Asociaciones Público-Privadas (PPPs) y el apoyo a las mujeres en la ciencia y la tecnología europeas. Estas cuestiones han sido recogidas en las conclusiones sobre diferentes aspectos del ERA aprobadas durante el último Consejo de Competitividad del pasado mayo.
Durante este semestre el MICINN ha dado mayor peso político al ERA, y al actual Comité de Investigación Científica y Técnica (CREST). La Presidencia Española también ha revisado las estructuras y mecanismos de otra institución clave: el Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés).
En este sentido, Garmendia ha recordado que la futura Agencia Estatal de Investigación española se inspirará en el modelo del ERC y en su apuesta por la excelencia y la competición por el talento. En el proyecto de Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, también se plantea un nuevo esquema de relaciones entre la Administración General del Estado y las comunidades autónomas.
Nuevo Plan Europeo de Investigación e Innovación
La Presidencia Española ha impulsado la adopción de conclusiones del Consejo, que son orientaciones políticas para la Comisión europea y los Estados miembros en relación con el próximo Plan Europeo de Investigación e Innovación, que será presentado en septiembre. Las conclusiones aprobadas del Consejo se articulan en cinco grandes ejes: financiación, mercados, gobernanza, regiones y personas, coincidiendo casi en su totalidad con los ejes abordados por la Estrategia Estatal de Innovación aprobada recientemente por el Consejo de Ministros.
La Presidencia Española de la UE puso énfasis en la necesidad de que la ciencia y la innovación den respuesta a grandes retos como la crisis económica. Éste fue el tema principal de la llamada Declaración de San Sebastián/Donostia con el título Ciencia para la recuperación y el crecimiento económico: aquí y ahora”. Este documento, que fue apoyado por unanimidad por los países de la UE, reivindica el papel de la ciencia en el marco de la crisis económica.
Garmendia ha explicado cómo la Presidencia Española ha avanzado también en la simplificación de trabas burocráticas dentro de los programas europeos de I+D, promoviendo la adopción de unas conclusiones en el Consejo de mayo acerca de esta materia.
Unos cambios, que según ha indicado la titular española de ciencia, “serán muy beneficiosos especialmente para las PYMES ya que les permitirá optimizar mejor sus esfuerzos y concentrar sus recursos en investigación y menos en la gestión administrativa”.
Es un cambio legal y cultural que también tiene su paralelismo en España, donde el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), entidad dependiente del MICINN y que centraliza todas las ayudas a empresas, ha reducido las exigencias de avales.
La dimensión social de la ciencia
Garmendia ha expuesto el trabajo realizado por la Presidencia Española para que la llamada ‘Europa del conocimiento’ trabaje por una ciencia comprometida y de mayor sensibilidad.
El Consejo de Competitividad de mayo puso el foco por primera vez en la importancia del desarrollo de la dimensión social del ERA como una manera transversal de fomentar la excelencia científica y tecnológica —explorando además un espacio común entre la cooperación para el desarrollo y la I+D— y, al tiempo, reducir la pobreza y luchar contra la exclusión social.
La Presidencia Española impulsó en el último Consejo de Competitividad celebrado el pasado mayo en Bruselas un grupo de trabajo de alto nivel, que ha contribuido a que el Consejo de la UE haya conseguido aprobar por unanimidad un acuerdo de los Estados Miembros para fijar la contribución europea a la gran infraestructura internacional ITER, “el mayor proyecto científico de la historia de la humanidad”.