La escena del crimen se puede medir con una imagen

Dos investigadores de la Universidad de Salamanca han desarrollado un procedimiento para que la policía científica pueda extraer datos métricos de la escena de un crimen a partir de una sola fotografía. Su propuesta, que este mes publica el Journal of Forensic Sciences, permite reconstruir el escenario en 3D.

La escena del crimen se puede medir con una imagen
Análisis dimensional de la escena de un crimen. Imagen: González-Aguilera y Gómez-Lahoz.

“Planteamos una línea de investigación inédita y original en el campo de la criminología y la ingeniería forense, ya que permite la explotación métrica de la escena de un crimen a partir de una única imagen”, destaca a SINC Diego González-Aguilera, coautor del estudio e investigador en el Departamento de Cartografía e Ingeniería del Suelo de la Universidad de Salamanca (en la sede de Ávila).

González-Aguilera, junto a su compañero Javier Gómez-Lahoz, acaban de publicar en la revista Journal of Forensic Sciences un estudio en el que proponen “un novedoso enfoque para la documentación, el análisis y la visualización de las escenas de los crímenes”.

El proceso comienza con la captura de una imagen que debe incluir detalles fácilmente identificables y al menos tres puntos de fuga (lugar donde convergen las rectas que se proyectan en una dirección), así como, al menos, una distancia en la escena. Con estos datos se realiza una extracción “automática y robusta” de los elementos estructurales u objetos más importantes de la imagen.

Los investigadores también calibran la cámara para poder determinar tanto los parámetros internos (distancia focal, punto principal y distorsión radial) como los externos (giros y punto de vista de la lente).

Como los elementos estructurales mantienen relaciones geométricas con los elementos de la escena y de la propia cámara, se pueden realizar mediciones y un análisis dimensional del escenario, a partir de distancias, ángulos y superficies.

Así por ejemplo, tiempo después de haber tomado una fotografía en la escena de un crimen, la policía científica puede descubrir que un cuchillo estaba a 32 cm de la víctima, o que un rastro de sangre, una huella y el impacto de una bala formaban un ángulo de 37 grados.

González-Aguilera indica que el hecho de utilizar una sola imagen y no varias se explica porque a menudo es difícil que un conjunto de fotos solapen bien, y siempre quedan partes de la escena o algunos elementos que no se pueden relacionar de forma correcta con el resto.

Esta técnica se enmarca dentro del ámbito de la fotogrametría, un procedimiento empleado para determinar las propiedades geométricas de un objeto a partir de imágenes fotográficas. “Hasta ahora esta disciplina establecía el uso de, al menos, dos imágenes para poder garantizar la reconstrucción de una escena, pero hemos roto esa barrera”.

Reconstrucción en 3D de la imagen bidimensional

Otro principio básico de la fotogrametría y de la visión computacional (disciplina en la que también se basa este estudio) establece que a partir de una sola foto es imposible reconstruir una escena en tres dimensiones. Pero la nueva técnica también supera esa limitación, ya que permite introducir “restricciones” conocidas en la escena, como la presencia de planos paralelos o perpendiculares, de tal forma que se pueda representar en 3D.

Para visualizar el escenario del crimen desde cualquier punto de vista, de manera interactiva y tridimensional, se emplea una herramienta informática escrita en formato VRML (Virtual Reality Modeling Language), un lenguaje “flexible, escalable y fácil de usar”, diseñado específicamente para esta tarea.

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Referencia bibliográfica:

Diego González-Aguilera y Javier Gómez-Lahoz. “Forensic Terrestrial Photogrammetry from a Single Image”. Journal of Forensic Sciences 54 (6): 1376-1387, noviembre de 2009.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

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