Increíble pero cierto: es posible optimizar la capacidad matemática de una persona mediante la aplicación de corrientes eléctricas en el cerebro sin que se vea afectado el resto de sus funciones cognitivas. Así lo indica un estudio, publicado en el último número de la revista Current Biology, que abriría una nueva vía de tratamiento para las personas con discapacidades numéricas.
“Aunque no recomendamos que nadie se dedique a aplicarse descargas eléctricas, nos ilusionan muchísimo las posibilidades de estos descubrimientos”, explica Roi Cohen Kadosh, de la Universidad de Oxford, autor principal de la investigación. “Es muy improbable que alguien pueda convertirse en Albert Einstein gracias a la estimulación eléctrica”.
Los hallazgos de estos expertos, según ellos mismos anuncian, podrían abrir una vía de tratamiento para una parte de la población (que se estima en un 20%) que presenta discapacidades numéricas entre moderado y grave y para aquellas personas que han perdido la facultad de operar con cifras como resultado de un accidente cerebrovascular o una enfermedad degenerativa.
“Si conseguimos nuestros objetivos, podríamos brindarle ayuda a determinadas personas para que se enfrenten a las matemáticas con más garantías”, subraya Cohen Kadosh.
Los resultados, publicados esta semana en la revista Current Biology, revelaron que la estimulación cerebral mejora la capacidad de aprender los nuevos números. Dicha mejoría se prolongaba durante los 6 meses posteriores a las sesiones.
Una técnica no invasiva
Para la investigación se utilizó un método conocido como estimulación transcraneal por corriente directa (TDCS por sus siglas en inglés), una técnica no invasiva en la cual se aplica una corriente débil al cerebro de forma constante durante un período de tiempo para favorecer o reducir la actividad neuronal.
Los investigadores aplicaron la ETCD específicamente al lóbulo parietal, una porción del cerebro clave para la comprensión numérica. Los participantes presentaban habilidades matemáticas normales, pero se les solicitó que aprendiesen una serie de números artificiales (símbolos que nunca habían visto anteriormente) mientras recibían la estimulación cerebral no invasiva.
Ahora los autores piensan experimentar en personas que presentan discapacidades numéricas agudas. “Si los resultados son positivos, las consecuencias podrían ser importantes. Con frecuencia, estas personas no son capaces de ocuparse de tareas básicas. Se ha observado además su relación con el desempleo, los bajos ingresos, la depresión, la baja autoestima y otros problemas”, concluye Cohen Kadosh.
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Referencia bibliográfica:
Walsh et al.: “Modulating Neuronal Activity Produces Specific and Long-Lasting Changes in Numerical Competence”. Current Biology 20, 1–5. Noviembre de 2010. DOI 10.1016/j.cub.2010.10.007
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