En ciervos mal alimentados, la porosidad de la cuerna se multiplica por cinco y empeoran las propiedades mecánicas. El estudio, publicado en la revista Bone, podría ayudar en el avance médico de la osteoporosis, una enfermedad que disminuye la cantidad de minerales en el hueso.
“La cuerna es el hueso más resistente del mundo. Si todos tuviéramos huesos tan resistentes como las cuernas, no habría pacientes en los hospitales”, explica Tomás Landete, científico del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC). “Entender qué hace a las cuernas tan resistentes, y qué hace que en ocasiones sean frágiles o porosas podría ayudar a entender los huesos humanos”.
El estudio, publicado en la revista Bone, tiene como objetivo fundamental estudiar la composición mineral de las cuernas y las propiedades mecánicas del material óseo con el que están hechas para detectar deficiencias en la nutrición y mejorar el trofeo. Este trabajo completa otros dos publicados en la misma revista sobre el efecto de la nutrición en las cuernas.
“En este caso comparamos dos poblaciones de ciervos: una de la granja experimental de la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM) y otra de un coto de ciervos que estaban peor alimentados. Las cuernas de los ciervos mal alimentados tenían cinco veces más porosidad en su pared de hueso compacto y en la médula central de hueso esponjoso o trabecular” explica Landete.
El estudio revela que la porosidad aumentaba de la base a la punta de la cuerna, lo que según los investigadores muestra el cansancio fisiológico de hacer crecer la cuerna.
“La cuerna crece tan rápido (hasta 1 cm/día) que la alimentación no es suficiente para aportar minerales y los ciervos transfieren el 20% de su esqueleto de los huesos a la cuerna. La punta crece al final cuando ya apenas queda material que extraer de los huesos y por tanto, muestra en la histología, composición y propiedades mecánicas ese cansancio fisiológico” aclara Landete.
“No hay suficiente material para rellenar unos tubos de los que está formado el hueso llamados osteonas y por eso están huecos, sobre todo en los ciervos mal alimentados”, subraya.
La cuerna es el único hueso externo que existe y su crecimiento produce en los ciervos cada año una descalcificación similar a la osteoporosis para hacerlas crecer, pero de la que se recuperan. Este hecho atrajo la atención de los investigadores hacia las potenciales aplicaciones médicas.
La importancia del potasio
El estudio demuestra que dos minerales en particular, el potasio y el zinc, anticipan la aparición de porosidad en las cuernas. Según Landete, “el papel del zinc en el hueso es más conocido, pero este es el primer estudio sobre huesos de cualquier tipo que indica un papel importante del potasio”.
“Si el proceso fisiológico fuera el mismo en cuernas que en huesos humanos, detectar un aumento del potasio en los huesos podría anticipar la aparición de la osteoporosis”, concluye.