La revista 'Nature' hace una crítica constructiva a la política científica española

A poco más de una semana de la cita electoral, la revista Nature dedica el editorial de su último número a la política científica española en la últilima legislatura. Puntos positivos para el Gobierno de Zapatero por doblar el presupuesto público para investigación, aunque no se oculten las flemas burocráticas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

portada Nature
Portada del último número de la revista 'Nature'.

El último editorial de la revista inglesa Nature destaca la preocupación de los científicos españoles por saber si en la próxima legislatura se cambiará "el inflexible sistema español de reclutamiento académico, que sigue siendo el máximo obstáculo para la eficiencia". El gasto público español en investigación no llega al 1,2 % del PIB (la media europea es del 1,8%).

"Los profesores universitarios y los científicos del CSIC son funcionarios que tienen absoluta seguridad de empleo, por lo que la contratación es de una lentitud exasperante, la de extranjeros es difícil y resulta casi imposible ofrecer (a un científico) un paquete atractivo salarial y de dinero para la investigación", escribe la revista científica de mayor prestigio en Europa.

La publicación hace referencia a uno de los centros del CSIC, el Centro Nacional de Biotecnología (Madrid) que ha creado un programa propio para que los becarios de investigación trabajen en un nuevo edificio que no se ha terminado de alquilar.

Según Nature, en el CSIC el fondo de la cuestión apunta a la preocupación de los funcionarios públicos, que perciben el cambio a agencia estatal como una pérdida de control. "El CSIC debe operar bajo sistemas normales de responsabilidad, pero su nuevo reglamento debe permitir ofrecer auténticas carreras profesionales a sus jóvenes científicos y paquetes atractivos a los más veteranos", señala la revista.

"Si los burócratas no relajan su control de arriba abajo, el CSIC se hundirá en la mediocridad. Los mejores científicos se marcharán a los nuevos institutos autónomos, que los tratan mejor. Si se permite al nuevo CSIC desarrollarse como es debido y se crea una agencia independiente de concesión de becas, entonces España estará en buen camino de cumplir las normas europeas".

"Las bolsas de excelencia científica que tiene España, y que se reflejan en el éxito que supone haber ganado muchas de las primeras becas del Consejo Europeo de Investigaciones, pese a la fuerte competencia, indican que España puede conocer una nueva Edad de Plata. Pero el Gobierno tiene que dejarla", finaliza el editorial.

Fuente: SINC
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