Suplemento especial de la revista 'Genetics in Medicine'

Las patentes frenan la competencia y la innovación en los análisis genéticos

Investigadores del Duke Institute for Genome Sciences & Policy (IGSP, por sus siglas en inglés) señalan en varios estudios que las licencias exclusivas para patentar genes bloquean la competencia en el mercado de los análisis genéticos. Sus objetivos deberían fomentar el desarrollo de nuevas tecnologías para medir el riesgo de sufrir enfermedades.

Las patentes frenan la competencia y la innovación en los análisis genéticos
Las patentes de genes se conceden desde los años '80. Foto: opensource.com

“Ese hallazgo sugiere que aunque las licencias en exclusiva han demostrado ser útiles para desarrollar medicamentos y productos biológicos, que de otro modo no se hubieran desarrollado, en el mundo del análisis genético son una herramienta para acabar con la competencia”, señala Robert Cook-Deegan, director del IGSP.

Los investigadores llegaron a esta conclusión a partir de una serie de estudios de caso sobre los riesgos genéticos de sufrir 10 afecciones clínicas entre las que se encuentran: el cáncer de mama y de colon, la fibrosis quística y la pérdida de audición. Los trabajos aparecen publicados en un suplemento especial que publica este mes la revista Genetics in Medicine.

“Resulta llamativo que un gen relacionado con la fibrosis quística no esté sujeto a una licencia exclusiva, sin embargo existe un mercado boyante de análisis para identificar los portadores del gen de la fibrosis quística. Esto sugiere que el problema no son las patentes en sí mismas, sino la forma en la que se conceden las licencias, especialmente por parte de las universidades”, afirma Cook-Deegan.

Las licencias a las universidades obstaculizan el proceso

Más de dos tercios de las patentes examinadas en los estudios de casos están en posesión de universidades o instituciones sin ánimo de lucro que dependen del gobierno o de ONGs para su financiación y que con frecuencia conducen a patentes de genes.

Para Cook-Deegan estos estudios de casos demuestran que las patentes de genes no son el principal problema, sino que éste lo constituye la combinación de patentes excesivamente generales que se conceden de forma exclusiva a una sola empresa.

“Las prácticas de licencias de las universidades pueden terminar por obstaculizar los trabajos en laboratorios de análisis genético de otras universidades, o impedir el desarrollo de análisis alternativos que podrían ofrecer una mayor precisión, menores costes o la capacidad de analizar varias mutaciones genéticas a la vez”, explican los investigadores.

4.000 secuencias de genes humanos protegidas al menos con una patente

Los estudios de casos de las patentes de genes se han realizado después de que en mayo un tribunal federal de EE UU tomara la decisión de rechazar siete patentes para los genes BRCA1 y BRCA2. Estos gentes están vinculados al cáncer de ovarios y de mama y se encuentran en posesión de una empresa biofarmacéutica y la Fundación de Investigación de la Universidad de Utah.

Las patentes de genes se llevan concediendo desde la década de los 80. Hoy en día hay más de 4.000 secuencias de genes humanos, lo que supone en torno al 20% del genoma humano, protegidas al menos con una patente.

Jim Evans, editor de la revista Genetics in Medicine, declara: “Al final, debemos preguntarnos a nosotros mismos si una política determinada está dirigida en realidad a los intereses de los pacientes o no. Después de todo, aunque el sistema de patentes busca fomentar los modelos de negocio y el interés económico propio, lo hace con el objetivo expreso de poder seguir ‘progresando en la ciencia y en las artes útiles’ y no con el objetivo de generar beneficios”.

Todos los estudios se realizaron por petición del Comité Asesor en Genética, Salud y Sociedad del Secretariado de Estado para la Salud y los Servicios Humanos de EE UU, (SACGHS por sus siglas en inglés).

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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