Investigadoras del CSIC estudian los mecanismos de supervivencia vegetal en zonas áridas, donde las rocas de yeso podrían actuar como una nueva fuente de agua.
Hace entre 3 000 y 4000 millones de años, Marte albergaba tanta agua como para formar un océano de más de cien metros de profundidad. Un nuevo estudio español apunta a que los cambios climáticos ligados a la pérdida de hidrógeno atmosférico podrían explicar parte de su progresiva desecación.
Un nuevo estudio internacional demuestra que, cuando el agua se queda estancada por periodos largos, los metales de las cañerías estimulan la proliferación de bacterias y el desarrollo de resistencia a los antibióticos.
Aunque la presencia de agua en Marte está sobradamente probada, durante décadas se ha debatido si existieron grandes océanos en condiciones de habitabilidad. Un nuevo estudio con datos del rover chino Zhurong ha descubierto una antigua costa marciana donde pudo surgir la vida en la misma época en que esto ocurrió en la Tierra.
En el desierto de Atacama, uno de los lugares más áridos del mundo, la niebla se constituye como un recurso hídrico de creciente importancia. Varios proyectos de investigación en Chile avanzan resultados prometedores desde los remotos ‘oasis de niebla’.
Además de confirmar la presencia de agua helada y amoníaco en el gélido Caronte, el telescopio espacial ha descubierto dos nuevas moléculas en su superficie: dióxido de carbono, que se puede liberar desde el interior a través de cráteres de impacto, y peróxido de hidrógeno, formado por procesos de irradiación sobre el hielo del satélite.
El método, desarrollado por el CSIC, consigue sacar los contaminantes del agua y degradarlos hasta hacerlos desaparecer, lo que tiene grandes aplicaciones en plantas de tratamiento de residuos. Supone un proceso verde y energéticamente eficiente para eliminar microplásticos provenientes de cosméticos.
Los océanos de magma fundido de los exoplanetas pueden disolver el H2O que, atrapado en gotitas de hierro, desciende hasta el núcleo. Este hallazgo redefine las estimaciones sobre la cantidad de este líquido vital y reajusta las predicciones de habitabilidad de varios cuerpos celestes.
La disponibilidad de este recurso dista mucho de ser universal pero, hasta ahora, no se sabía exactamente cómo variaba geográficamente. Un nuevo estudio revela que solo una de cada tres personas en países de renta baja y media tiene un acceso seguro, y qué factores ambientales afectan a su gestión.
En la construcción de la más antigua de las pirámides icónicas de Egipto, además de rampas u otras técnicas, se podría haber empleado un sistema impulsado por agua para subir las piedras. Es la hipótesis que plantean investigadores franceses tras descubrir una presa, una instalación de tratamiento de las aguas y una red subterránea bajo la gran construcción.