Científicos de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) han desarrollado un conjunto de reglas para herramientas de gestión de contenidos en internet que evitarían la introducción de barreras de accesibilidad en el diseño de sitios web.
En el año 2000 el sitio web de los Juegos Olímpicos de Sidney fue denunciado por un internauta ciego por su falta de accesibilidad. Los organizadores tuvieron que pagar una elevada indemnización económica y, además, rehacerlo por completo. Según Vicente Luque Centeno, profesor del departamento de Ingeniería Telemática de la UC3M y coautor del estudio ‘Web composition with accessibility in mind’ publicado recientemente en la revista científica ‘Journal of Web Engineering’, una web accesible debe ser “ágil, versátil, adaptable a cualquier navegador, a cualquier dispositivo y a cualquier usuario”. Sin embargo, la normalización de las reglas de accesibilidad en informática aún se encuentra lejos pues “existe poco consenso en aspectos técnicos y las fronteras entre lo accesible y lo no accesible son muy difusas”, explica Luque. Aunque la accesibilidad debería ser parte del diseño de una página en Internet en lugar de un proceso de reparación posterior, todavía existen pocas herramientas que proporcionen un nivel adecuado de soporte para conseguirla, según los investigadores.
En dicho estudio, los autores proponen una serie de reglas que deben cumplirse para permitir la accesibilidad, fundamentalmente, “cuando se combinan distintos trozos web con características diferentes como, por ejemplo, el idioma, para ser fundidos en uno sólo de forma que siga exento de barreras de accesibilidad”, aclara Luque. Este punto de fusión de “partes web” es especialmente importante, recalca el investigador: “Es en estos procesos cuando se introducen inconscientemente barreras de accesibilidad que aunque no muy numerosas, sí que afectan a partes muy importantes”.
Fusión web
Por otra parte y, en caso de incumplimiento de las reglas, “la herramienta avisaría al usuario para que repare previamente las condiciones. En general muchas veces se trata simplemente de mantener una cierta coherencia”, señala. En la actualidad, las herramientas de diseño de sitios web están enfocadas principalmente a facilitar el proceso y evitar al máximo el número de problemas a los diseñadores que en cuestiones de accesibilidad. Sin embargo, “lo ideal es que sea el usuario del web, no su diseñador, quien no encuentre problemas”, reseña el investigador.
En cuanto a la parte económica implicada, Luque explica que “crear un sitio web accesible es costoso al principio, pero se trata de una inversión que se amortiza rápidamente porque aumenta sensiblemente la calidad y reduce el coste de su mantenimiento”. Además los sitios web, al hacerse accesibles, suelen subir varios puestos en el ranking de los resultados de los buscadores porque éstos comprenden mejor las páginas. “Haciendo las cosas accesibles para unas personas, indirectamente las hacemos también accesibles para otros usuarios. Todos salimos ganando”, concluye el investigador.
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Oficina de Información Científica de la UC3M