Los Países Bajos absorben parte del coste del envejecimiento de la población de otros países de la UE

Los países de la UE que disponen de sistemas de pensiones de capitalización individual, como los Países Bajos, deberán soportar a largo plazo la carga de una población cada vez más envejecida en los países que aplican sistemas de reparto pay-as-you-go (PAYG, por sus siglas en inglés). Los países ‘con sistema de capitalización individual’ terminarán compartiendo los costes del envejecimiento de la población en los ‘países PAYG’, especialmente en aquellos en los que se utiliza deuda del estado para financiar el coste a largo plazo del envejecimiento de la población. Ésta es la conclusión de la economista holandesa Yvonne Adema, que hoy ha defendido su tesis doctoral en la Universidad de Tilburg (Holanda).

Foto: Reivaj.
Foto: Reivaj.

En las próximas décadas, numerosos países occidentales se enfrentarán al problema de una población cada vez más envejecida. No obstante, los efectos económicos de ello varían de un país a otro.

La investigadora Yvonne Adema ha realizado un estudio científico pionero sobre el modo en que los países que aplican diferentes sistemas de pensiones y que, por consiguiente, muestran diferentes reacciones de ahorro ante este fenómeno, se influyen mutuamente a través de los mercados financieros.

Los diversos estados miembros sentirán inevitablemente las consecuencias del modo en que otros países han organizado sus sistemas de pensiones, o de los sistemas de pensionas que se implantan en respuesta al problema del envejecimiento de la población. Los efectos se dejarán sentir especialmente en Europa, donde los países de la “zona Euro” ya cuentan con un capital totalmente integrado. La investigación también recomienda que las decisiones sobre la reforma de las pensiones se realicen a nivel europeo.

Países como Holanda, que cuentan con un sistema de pensiones con amplia cobertura y capitalización individual, en el que las personas ahorran para su jubilación, se enfrentará en el largo plazo con los problemas de los países de la Unión Económica y Monetaria Europea (UEM) que utilizan un sistema PAYG. Según el análisis de Adema, ello se debe a que el ahorro en los ‘países con sistema de capitalización individual’ se incrementa más rápidamente en respuesta al envejecimiento de la población que en los países con sistema PAYG como Italia y Alemania.

Según el estudio, el saldo será un flujo de capital a estos últimos países. Asimismo, el coste de las pensiones en los ‘países PAYG’, en los que la población activa financia las pensiones de los ciudadanos de más edad, se incrementarán marcadamente a medida que aumente el número de pensionistas en relación a la población activa.

“Si esos países utilizan luego la deuda pública para cubrir los costes del envejecimiento de la población, los 'países con sistema de capitalización individual’ deberán hacer frente a parte de los costes. Si la deuda pública es muy elevada, ello puede generar inflación, lo que afecta directamente al resto del mercado de capital común”, explica la investigadora.

Según Adema, “es vital que todos los países de la UEM cumplan el Pacto de Estabilidad y Crecimiento”. También es importante que el Banco Central Europeo sea independiente, goce de credibilidad y mantenga la transparencia.

La reforma no siempre es la respuesta

A menudo los economistas sugieren que la sostenibilidad de los sistemas PAYG públicos puede mejorarse reformándolos, y cambiando a un sistema de capitalización individual. No obstante, en su tesis, Adema muestra que ello puede tener consecuencias negativas para los países con sistema de capitalización individual, en el marco del mercado de capitales común. La economista presenta por tanto sus argumentos para coordinar o incluso centralizar la toma de decisiones sobre la reforma de las pensiones.

Fuente: Universidad de Tilburg
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