Los Príncipe de Asturias premian la lucha contra el dolor

David Julius, Baruch Minke y Linda Watkins, tres referentes mundiales de la neurobiología sensorial, han sido galardonados hoy con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.

Los Príncipe de Asturias premian la lucha contra el dolor
David Julius, Baruch Minke y Linda Watkins. Imagen: Fundación Premios Príncipe de Asturias.

El Jurado del Premio reconoce así los esfuerzos de estos científicos por conocer las causas y mecanismos por los que se produce y percibe el dolor, desde diferentes aproximaciones. Los avances en este campo abren nuevas vías para desarrollar terapias y fármacos que permitan el tratamiento de los diferentes tipos de dolor.

El bioquímico estadounidense David Julius (1955), graduado en el Massachussets Institute of Technology (MIT), es uno de los pioneros en el análisis molecular de los nociceptores. Estas terminaciones nerviosas son un subtipo de neurona sensorial, que responde a un amplio espectro de estímulos físicos o químicos de intensidad suficiente para causar dolor.

El trabajo de Julius, miembro de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU, también ha permitido conocer otros dos procesos relacionados con el dolor: la hiperalgesia, o reacción excesiva a señales típicamente dolorosas, y la alodinia, el dolor en respuesta a señales normalmente inocuas.

Por su parte, la bioquímica y fisióloga estadounidense Linda Watkins (1954), profesora de la Universidad de Colorado-Boulder, ha descubierto un nuevo agente de dolor, las células nerviosas no neuronales denominadas células gliales. Estas células tienen un papel clave en los estados de dolor patológico y en los que se producen después de una lesión nerviosa. Gracias a sus investigaciones, se ha podido comprender porqué algunos tratamientos analgésicos no consiguen atenuar con éxito el dolor aunque actúen sobre las neuronas.

Baruch Minke, bioquímico y genetista israelí, es reconocido por haber sido el primero en identificar una nueva clase de canales iónicos, los TRP. Estos canales, componentes de los sensores biológicos, están implicados en procesos como la percepción del dolor, del gusto o las feromonas, así como en mecanismos como la regulación cardiovascular o la proliferación celular.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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