Un estudio coordinado por investigadores del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universidad Politécnica de Valencia, en colaboración con la Universidad de Navarra y la empresa belga Biobest Belgium N.V. ha constatado que los ácaros depredadores del suelo constituyen un perfecto aliado para hacer frente a la plaga de trips en cítricos causada por Pezothrips kellyanus, un diminuto insecto que afecta a la piel de los frutos.
Expertos del Instituto Agroforestal Mediterráneo (IAM) han analizado cuatro huertos de cítricos situados en Valencia e identificaron quince especies de ocho familias de ácaros, de los cuales, los más abundantes fueron Parasitus americanus (Parasitidae) y Gaeolaelaps aculeifer (Hypoaspis aculeifer).
A partir de los resultados obtenidos de las pruebas de campo y laboratorio, han concluído que el ácaro que mejor podría actuar contra la plaga de trips en cítricos cuando está en tierra es Gaeolaelaps aculeifer. El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista Biological Control.
Según explica Ferran Garcia, investigador del IAM y profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), el trips constituye un grave problema económico para el sector citrícola: “este insecto provoca una cicatriz redonda en la parte alta del fruto. Se trata de una afección meramente estética, pero con unas graves consecuencias.
Por ejemplo, en el caso de la producción valenciana, la mitad se destina a la exportación y un fruto afectado por esta plaga no puede exportarse, con las pérdidas económicas que ello conlleva”.
Cuanto más estiércol, menos trips
Para tratar de buscar una solución a este problema, los investigadores de la UPV abrieron una línea de trabajo no explorada hasta el momento: se plantearon estudiar la fauna presente en el suelo de los huertos y su incidencia en la aparición o no de la plaga.
“Se trata del primer estudio en España que ha evaluado el comportamiento de los ácaros de la tierra y cómo su mayor o menor presencia puede afectar a la población de trips y, por tanto, a la aparición o no de daños en la cosecha”, señala Cristina Navarro, investigadora del IAM.
“Del estudio concluimos que existe una relación directa entre la mayor presencia de este ácaro en la tierra y la menor de trips en el cítrico. Ello sugiere que estos ácaros podrían constituir una alternativa a los productos químicos utilizados actualmente”, añade García.
Por otro lado, los investigadores llevaron a cabo diferentes ensayos para determinar si las aplicaciones foliares de insecticidas o la adición de materia orgánica al suelo afecta la abundancia de ácaros depredadores del suelo. “Aquellos terrenos a los que se le añade compostaje de estiércol tienen más ácaros depredadores; mientras que el tratamiento con clorpirifos no afecta a la abundancia de los mismos”, concluye Navarro.