Un nuevo estudio afirma que se siguen detectando restos de compuestos organoclorados en el organismo de los jóvenes de hoy en día, a pesar de la prohibición de su uso en la década de los 70-80.
Aunque desde los años 70-80 la mayoría de países prohibieron la producción y el uso de compuestos organoclorados (OCs), se siguen detectando restos de estos compuestos químicos tóxicos en el organismo de los jóvenes de hoy en día.
Así lo concluye un estudio realizado por investigadores del CREAL, centro de investigación ISGlobal, en colaboración con el departamento de Química Ambiental del IDAEA-CSIC.
El estudio contó con los datos de unos 100 niños de Tarragona y 480 de Menorca, todos parte del Proyecto INMA, un proyecto estatal que pretende evaluar el impacto del entorno en los niños de toda España.
Debido a que los niveles de OCs en el ambiente han disminuido sustancialmente desde su prohibición, el objetivo del estudio era evaluar si esta disminución a lo largo del tiempo también se había dado en población adolescente de hoy en día.
Por ello, se obtuvieron muestras de sangre de los participantes en el momento de nacer, a los 4 años y los 14 años y se midieron varios OCs incluyendo el β-HCH, el HCB, el DDE (subproducto del pesticida DDT) y varios PCBs.
El estudio demuestra que las cargas totales de DDE y PCBs en suero son superiores a la edad de los 14 años que en el momento de nacer. Esto se debe sobre todo a la dieta, que hoy en día es la fuente principal de exposición a estos compuestos. El estudio también demuestra que los niveles de estos compuestos eran superiores en los niños que habían sido amamantados durante los primeros meses de vida.
A pesar de los resultados obtenidos, los investigadores recomiendan a las madres amamantar a los hijos, pues la leche materna proporciona mucho más beneficios comparado con los daños potenciales de estas sustancias. También destacan que los niveles detectados en los niños de Tarragona y Menorca son similares a aquellos observados en otros países de Europa o América del Norte. Por tanto, no es un problema local sino global.
Con estos resultados, M. Gascon, autora principal del estudio, destaca la persistencia de estas sustancias en los adolescentes a pesar de su prohibición desde hace muchos años y alerta de la situación en países en vías de desarrollo donde aún se utiliza el DDT como insecticida para controlar el mosquito transmisor de la malaria. Por ello, añade que "es muy importante trabajar en la búsqueda de alternativas eficaces al uso del DDT".
Los compuestos organoclorados (OCs)
Tal como indica su nombre, los OCs son compuestos químicos orgánicos en los que algunos o todos los átomos de hidrógeno se sustituyen por cloro. Los OCs forman parte del grupo de compuestos orgánicos persistentes (COPs), unos compuestos que se degradan muy lentamente y que se encuentran distribuidos por todo el planeta. Aunque la mayoría de los OCs se dejaron de utilizar en los años 70-80, el problema principal es que se acumulan en los tejidos grasos de los organismos vivos, donde persisten durante años.
En humanos, se han hecho estudios en recién nacidos con el fin de evaluar los posibles efectos de la exposición a estos compuestos a los niveles habituales que encontramos actualmente en el mundo desarrollado. Estos estudios han demostrado pequeños efectos en el crecimiento y el desarrollo motor y cognitivo de los niños expuestos durante el embarazo a PCBs. La exposición prenatal a estos compuestos también se ha asociado a problemas inmunológicos y respiratorios. En adultos, la exposición a OCs se ha visto asociada con cáncer, enfermedades cardiovasculares y alteraciones endocrinas (sobre todo alteraciones en el sistema tiroides).
Referencia bibliográfica:
Gascon, M., Morales, E., Sunyer, J., & Vrijheid, M. (2013). Effects of persistente organic pollutants on the developing respiratory and inmune systems: A systematic review. Environ.Int., 52C (1.873-6750), 51-65.