¿Todo el mundo corre de la misma forma? Está comprobado que los atletas más experimentados consumen menos energía y se apoyan más con la parte delantera del pie. Sin embargo, un estudio de la Universidad de León, realizado con corredores de media maratón, revela que las diferencias entre atletas de distinto nivel son mínimas en otro tipo de parámetros biomecánicos, por ejemplo, la amplitud de la zancada y el tiempo de contacto con el suelo.
Investigadores de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de León han analizado las diferencias que existen entre los corredores de media maratón, prueba con un recorrido de 21 kilómetros, que tienen distintos niveles. Los resultados, publicados en la revista PLOS ONE, revelan que los atletas corren de una manera mucho más parecida de lo que se pensaba.
A pesar de que los más experimentados gastan menos energía y se apoyan más con la parte delantera del pie, como ya se sabía, los parámetros biomecánicos, como la amplitud de la zancada y el tiempo de contacto con el suelo, son similares. Estos resultados van en contra de lo que se pensaba, ya que este estudio es mucho más completo que otros realizados anteriormente, y pueden tener aplicación tanto para mejorar el rendimiento como para evitar lesiones.
El grupo de investigación se centra en el estudio del rendimiento deportivo, principalmente en el análisis biomecánico de deportes cíclicos como la carrera a pie o el ciclismo. En concreto, en esta investigación “nos interesaba analizar las diferencias que había entre corredores de media maratón de diferente nivel desde la perspectiva del entrenamiento, así como desde el punto de vista antropométrico, fisiológico y biomecánico”, explica Ana Ogueta.
Los científicos querían ver qué ocurría en la parte biomecánica de la carrera, que incluye el patrón de pisada, el tiempo de contacto y de vuelo, y la frecuencia y amplitud de zancada. Hasta la fecha, los escasos estudios que existían no habían sido concluyentes en sus resultados. “Algunos autores habían observado mayor frecuencia de zancada y menor tiempo de contacto en los corredores de mayor nivel, mientras que otros no establecían relación ninguna con el rendimiento”, apunta la experta.
Muchos de esos estudios no habían controlado la velocidad de carrera a la que se realizaban las mediciones o no habían tenido en cuenta el patrón de pisada que utilizaban, que distingue entre los corredores que se apoyan con el talón, con la planta entera del pie y con el antepié. Sin embargo, todos estos factores tienen una influencia directa en los parámetros biomecánicos que se analizaron en este estudio, así que los investigadores los tuvieron muy en cuenta.
Los corredores participantes fueron reclutados de clubes de atletismo locales y nacionales, así como de grupos de entrenamiento populares. Para poder participar en el estudio debían haber participado en al menos una media maratón en las seis semanas previas al análisis y haber obtenido un tiempo en dicha carrera inferior a 1 hora y 45 minutos.
Hoy en día las carreras gozan de gran popularidad, así que identificaron a 48 hombres divididos en cuatro niveles. Las pruebas se llevaron a cabo en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de León, donde se les preguntó por sus hábitos de entrenamiento, se les realizaron mediciones antropométricas, así como una prueba de esfuerzo y un test de carrera en el que los investigadores registraron simultáneamente parámetros fisiológicos como el consumo de oxígeno y los biomecánicos (patrón de pisada, tiempo de contacto y de vuelo, y frecuencia y amplitud de zancada).
Menor porcentaje de grasa
Las diferencias entre cada grupo fueron claras. “Los corredores de mayor nivel llevan más años entrenando y realizan un mayor número de entrenamientos y kilómetros semanales. Son menos pesados y tienen un menor porcentaje de grasa. En la prueba de esfuerzo consiguen alcanzar velocidades más altas y presentan sus umbrales, aeróbico y anaeróbico, a mayor velocidad de carrera que en los corredores de menor nivel”, destaca Ana Ogueta.
Asimismo, los corredores de mayor nivel muestran una “mejor economía de carrera”, es decir, gastan menos energía corriendo, y tienden a adoptar un patrón de pisada más adelantado, de planta entera o de antepié. Sin embargo, no se observan diferencias en aspectos antropométricos como la longitud de la pierna y perímetros de muslo, gemelo y tobillo. Tampoco en frecuencia y amplitud de carrera, ni en tiempos de contacto y de vuelo cuando corren a la misma velocidad y utilizan el mismo patrón de pisada.
En definitiva, las diferencias encontradas en los parámetros de entrenamiento, antropométricos y fisiológicos fueron las esperadas. Sin embargo, en cuanto a los parámetros biomecánicos “nos sorprendió observar que todos los corredores, independientemente de su nivel, presentaban tiempos de contacto y de vuelo, frecuencias y amplitudes de zancada muy similares. Es decir, que corriendo a la misma velocidad obtuvieran valores muy parecidos”, comenta.
Estos resultados pueden servir como referencia para entrenadores y corredores. “Les ayudará a marcarse objetivos y a planificar sus entrenamientos”, señala la investigadora. Además, comprender las diferencias que existen en los diferentes parámetros les permitirá entender mejor su rendimiento en carrera y podrán centrarse en los aspectos que deben mejorar.
Riesgo de lesión según el nivel del corredor
Por otra parte, aunque el estudio no mide de manera directa la relación de estos factores con las lesiones, se podrían extraer algunas posibles conclusiones. “Los corredores de mayor nivel, al realizar más entrenamientos y más kilómetros semanales, están expuestos a una mayor probabilidad de lesión”, explica Ana Ogueta.
No obstante, los corredores de menor nivel tienen un mayor riesgo por presentar una mayor masa corporal e índice de masa corporal (IMC), así como por su frecuencia de zancada. “Aunque en este estudio no se observaron diferencias significativas, en general se considera que en los corredores de menor nivel el impacto contra el suelo durante la carrera aumenta y el esfuerzo muscular es mayor, conllevando un mayor riesgo de lesión”, afirma la investigadora.
Aunque la investigación se ha llevado a cabo exclusivamente con atletas masculinos, “sería interesante realizar un estudio similar con una muestra compuesta por mujeres”. Los científicos creen que los resultados serían bastante similares, pero no descartan que las diferencias entre distintos niveles no fuesen tan marcadas. El grupo de científicos pretende seguir analizando nuevos aspectos, por ejemplo, los movimientos y ángulos de brazos, piernas y tronco. Para ello están pensando en introducir sistemas de medición 3D.